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En la misa, el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, destacó la importancia del templo donde Dios estará presente. Al inicio procedió a la bendición del edificio. Recorrió el interior y asperjó a los fieles con agua bendita.
Agregó que esta obra es el anhelo de muchos rectores y “hoy agradecemos a Dios por este edificio” que se concretó con aportes de benefactores.
Actualmente 137 seminaristas se forman para ser sacerdotes, que estudian gracias a la colaboración de los fieles. La formación de cada seminarista supera los G. 1.500.000 al mes.
Valenzuela sostuvo que aquí se escuchará la Palabra de Dios y se celebrará la Eucaristía.
“Aquí se escuchará la palabra salvadora. Pero aclaro que el templo es cada uno, el edificio es imagen de cada uno. Cristo es el templo, y el edificio es lugar privilegiada para el encuentro con Dios”, sostuvo el arzobispo Valenzuela
La mayoría de los obispos del Paraguay, así como formadores y seminaristas, participaron de la eucaristía.