Con metodología japonesa, los niños mejoran conocimiento en matemática

Mapara II (Matemática para Paraguay) es el nuevo ejercitario que enseña cómo desarrollar una clase de matemática en el segundo ciclo escolar. El objetivo es despertar el pensamiento crítico y reflexivo del alumno.

“El niño es quien ahora resuelve los ejercicios, es el que razona; le devolvemos su papel protagónico en el aula, como debe ser”, expresó la directora de la escuela Mercedes Miltos, la Prof. Lic. Alexandra Cristaldo, quien asegura que de esta manera se deja atrás la clásica enseñanza memorista.

“Antes el pequeño tenía que copiar lo que encontraba en el pizarrón, entendiera o no; ahora debe razonar y desarrollar las operaciones de cálculos con la ayuda del docente, mediante la utilización de materiales didácticos”, manifestó.

La maestra explicó también que es el segundo libro creado para la enseñanza de la mencionada disciplina. “El Mapara I fue elaborado hace unos años por los voluntarios que llegaron del país asiático a trabajar en esta institución. El nuevo sistema implementado arrojó buenos resultados en el primero, segundo y tercer grado de la educación primaria”, dijo.

En vista de los frutos, se conformó un equipo exclusivo enfocado en el estudio de los alcances del nuevo programa. Entonces se decidió mejorar el primer libro y comenzar la preparación del Mapara II para el segundo ciclo escolar –cuarto, quinto y sexto grado–, que se presentó el pasado viernes.

La metodología pretende que el alumno aprenda las operaciones básicas de la matemática de manera divertida y activa, con la utilización de materiales didácticos para ayudar a una mejor comprensión.

Además, el programa contempla las clases abiertas en las que pueden participar padres y docentes durante el desarrollo de la materia.

El sistema es implementado en 18 escuelas de ciudades como Itacurubí, Valenzuela, Atyrá y otras.

Rie Ueda, una de las voluntarias japonesas, comentó que las expectativas son altas en cuanto a los resultados concretos que se puedan observar en los niños a largo plazo. “Estamos luchando para que el Ministerio de Educación y Cultura pueda evaluar este programa e implementarlo después de manera nacional”, alegó.

Por su parte, el representante de la JICA en Paraguay, Makoto Taniguchi, valoró el esfuerzo de las voluntarias y destacó la iniciativa de los docentes paraguayos. “Hace ocho años que se trabaja en el área de matemática en este departamento. Al principio solo las voluntarias impartían las clases siguiendo esta metodología utilizada en Japón, pero ahora son los paraguayos los encargados de hacerlo”, mencionó.

Asistencias

Los voluntarios de la JICA se encuentran colaborando en varios puntos del país. Por ejemplo, en la localidad de Potrero Ubaldina, Coronel Oviedo, trabaja la enfermera Yumiko Kimura en un pequeño puesto de salud. Hace un año y ocho meses que llegó al país y dijo estar contenta con la nueva experiencia. “La educación es la salida a los problemas de salud de la gente. La presencia de parásitos en los niños es un caso común en esta zona. La solución es enseñarles a ser higiénicos”, señaló.

La doctora Eliana Onieva, directora del centro, resaltó la ayuda de la licenciada Kimura. “Es muy activa y servicial. Ella organizó el fichero de los pacientes de manera alfabética, ordenó el laboratorio y además desarrolló un programa denominado Mitâ Jokoha, que consiste en un cinturón de seguridad que las madres pueden utilizar para cargar al bebé, como lo hacen en Japón”, comentó.

Por otra parte, el Ing. Takahisa Kato, experto en electricidad, llegó nuevamente como voluntario de la JICA para colaborar en el SNPP de Coronel Oviedo. Es la segunda vez que viene a Paraguay. Anteriormente impartía clases en la sede de San Lorenzo.

jose.riquelmel@abc.com.py