Cumbre de Desarrollo Sostenible puede incidir sobre nuestros bienes

También servirá para decidir sobre nuevas políticas globales que ayuden a controlar la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2).

En 20 años se intentó de todo, con la vigencia del Protocolo de Kioto, pero no hubo logros significativos. Se atribuye como barrera el modelo de desarrollo capitalista con fuerte contenido económico sobre los recursos naturales.

Con el encuentro de Río + 20 Naciones Unidas impulsa un nuevo modelo de desarrollo: el de la economía verde, dándoles un valor a los recursos naturales, por igual con la vida (humana) y la economía.

Desafío local

Este nuevo concepto nos obligará al cambio del modelo de desarrollo en nuestro país, con otro que protege más los recursos naturales para futuras generaciones (calidad del agua, bosques, calidad del aire, etc.) y ofrece una coparticipación activa de toda la sociedad para un mejor desarrollo económico.

Nuestro país debe estar técnicamente bien representado en esta conferencia mundial para defender los intereses. Que no sirva de motivo de viaje placentero, como ha ocurrido en eventos anteriores.

Para llevar una postura decidida, nuestro país debe abrir un debate sobre qué políticas se deben adoptar para cambiar el modelo de desarrollo o seguir con el mismo.

Agua, nuestra riqueza

Múltiples temas se van a discutir en Río + 20. Uno de ellos será (y ya está en agenda) el agua, juntamente con el saneamiento básico.

Sobre este tema se debe estar atento, ya que cualquier acuerdo de gobernancia global puede afectar la soberanía que como país tenemos sobre nuestros recursos hídricos.

Ya hubo encuentros previos sobre el agua, entre diferentes sectores de interés mundial.

A fines de enero pasado, en Madrid surgió la clara intención de privatizar el agua como un bien comercial, como lo es el petróleo, el gas, el carbón mineral.

Fue la firma petrolera Exxon, a través de su representante, la que lanzó la propuesta, en el Foro sobre Desarrollo Sostenible, organizado por la Secretaría General Iberoamericana.

También las Naciones Unidas realizó varios otros encuentros sobre el agua, tanto en Zaragoza, España (principios de febrero de este año), y en el marco del Foro sobre Gestión del Agua, en Marsella (marzo, 2012).

En dichos encuentros surgieron posturas sobre la gestión privada de los recursos hídricos, tanto locales como transfronterizos.

¿Un derecho o no?

¿El agua y el saneamiento, como derecho humano o como mercancía? Esta pregunta fue la base para que técnicos convocados por las NN.UU. debatieran en Zaragoza, de cuyo encuentro participó ABC Color.

El acceso al agua potable y al saneamiento básico como derecho implica que las instalaciones y los servicios deben estar disponibles y al alcance de todos, incluso a los más pobres. Implica también que el costo de los servicios de agua y saneamiento “no debe exceder del 5% de los ingresos de un hogar”.

Se argumentó, empero, que conseguir la universalización de los servicios de agua y saneamiento representa un reto financiero de primera magnitud. Por ello, la propuesta es ampliar más la participación del sector privado para aumentar la inversión en la distribución de agua.

Se habla de “privatizar” el servicio, pero no el recurso agua en sí (se paga por llevar hasta el hogar el agua).

Pero no todos apoyan a las NN.UU. en este enfoque del agua, principalmente los países que urgen tener más por carecer de nacientes.

Por ello, debemos estar alertas para no ver en riesgo nuestra soberanía sobre nuestros recursos hídricos.