Damnificados se resisten a mudanza en refugios y prefieren zonas cercanas

Varios damnificados de la zona de Tablada Nueva se resisten a ser trasladados al Refugio RC4 de Viñas Cue. “Nos amenazan con que si no nos mudamos al refugio no nos darán víveres ni materiales. Pero no nos iremos. Necesitamos estar cerca de nuestros lugares de trabajo y nuestros hijos deben ir a la escuela, además no tenemos dinero para pagar los pasajes de ida y vuelta para venir a trabajar aquí. En los refugios no se puede reciclar”, señaló Alicia Morales, de la zona Laguna San Miguel.

Aseguró que las familias damnificadas se instalarán por cuenta propia en torno a la Cancha Humaitá, con el consentimiento de Ernesto Ferreira, encargado del club, y en las veredas del predio del Servicio de Faneamiento Militar.

Richard Villalba, miembro de la Comisión Vecinal San Miguel Arcángel, dijo que una razón por la que les piden que se vayan al refugio del RC4 es la proximidad de la visita papal. “Pero no se puede ocultar la realidad que viven los bañadenses en nuestro país. El Papa debe saber cómo vivimos. Esta es nuestra realidad”, manifestó al respecto.

En el barrio San Miguel, en torno a las lagunas Pytã y Vera, existen numerosas familias que se aprestan también a salir de las aguas. “La semana pasada fuimos a hablar con Óscar Coronel, de la parte operativa de la Secretaría de Emergencia (SEN), quien nos dijo que después de que existan 200 familias damnificadas recién darían apoyo a esta zona”, contó Teresa Benítez, preocupada por el avance de las aguas.

Por su lado, Javier Armoa, jefe de Unidad de Control de Comueda, dijo que el tras-lado de los inundados a los refugios militares es para brindarles un sitio seguro, con agua potable, energía eléctrica y sanitarios decentes.