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La ornamentada iglesia jesuítica de Santa Rosa fue destruida por un incendio en 1883 y la fachada del actual templo está reconstruida con pilastras de piedra del antiguo. En el interior de la iglesia nueva se colocó uno de los retablos laterales del altar mayor que se salvó del fuego.
En los años 80, la Fundación Paracuaria procedió a restaurar el Oratorio de Nuestra Señora de Loreto que se mantuvo en píe por siglos. Se limpiaron los murales y se procedió a organizar en su interior un museo con una serie de santos tallados en madera de magnifica factura.
El grupo escultórico de la Anunciación puede, según el padre Bartomeu Meliá, figurar “entre las grandes obras del barroco hispano-americano”. Las estatuas de San Gabriel Arcángel, Virgen de la Anunciación, La Piedad y Virgen de Loreto son consideradas por los expertos como “la perfección y la sensibilidad de los artesanos guaraníes” que las tallaron en madera. Aparecen con destaque en libros y catálogos internacionales relacionados a la experiencia de las antiguas misiones jesuíticas en América del Sur.
El oratorio de Nuestra Señora de Loreto mantiene una puerta y una ventana con hermosos diseños tallados en la época en que los sacerdotes de la Compañía de Jesús estaban ahí. Hasta hace poco, todavía se podía ver en la calle algunos pilares de la madera que eran de la gran iglesia de los jesuitas.
Una gran torre, de piedra rojiza, se conserva y sirve como campanario. Es un mirador que permite ver el espléndido paisaje y vista de la ciudad actual, con su plaza central y los alrededores.
Frente a la céntrica plaza se mantiene una hilera de casas de indios que proviene de la época fundacional en 1698 y es conocida como “La Acera”. Cada pedazo corresponde a familias distintas y hasta la dependencia policial se ubica en uno de los extremos. Es utilizada como una galería comercial con negocios, consultorio odontológico, peluquería y sufrió varias modificaciones en los pisos, paredes, corredores, aberturas. Dueños de dos o más salones procedieron a unificarlos derribando las paredes de adobe. Apenas queda una de las decoradas puertas originales que presente diseños florales. Se trata de un ejemplo arquitectónico muy importante para conocer algo de la experiencia jesuítica en el Paraguay de siglos pasados. Urge que las autoridades encargadas de proteger el patrimonio histórico se interese por la antigua edificación.
Abren cuando hay visitantes
El oratorio de Loreto no se abre en forma permanente, pero, al lado, en la casa parroquial, tienen las llaves y proceden a habilitar de lunes a sábados, de 07:30 a 11:30, si hay visitantes. Este Viernes Santo, la guía Vanessa Rodríguez atenderá al público de 08:00 a 12:00 y de 13:30 a 17:00. Se pagan 5.000 G.