Excesivos viajeros para cumbre de cambio climático en el Perú

La delegación oficial paraguaya está integrada por 43 personas para asistir a la Convención de Cambio Climático que se iniciará hoy (lunes) en Lima, Perú. La cantidad es sumamente abusiva para un evento, más aún considerando que en la lista hay asesores, administradores, asistentes, quienes viajarán pagados por el Estado (dinero del pueblo).

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La nómina de viajeros para este evento, que será desde hoy hasta el 12 de este mes, integra 17 representantes de la Secretaría del Ambiente (Seam); 5, de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN); 3, del Ministerio de Relaciones Exteriores; y uno a dos representantes de otras instituciones como el Infona, Conaderna, Dinac, MOPC, Itaipú, Ande, etc.

En la lista, que se publica en esta página, figuran como representantes de la Seam asesores externos como el polémico abogado argentino Ezequiel Santagada, directivo del Instituto de Derecho, Economía y Ambiente (IDEA), propulsor del decreto que modifica ilegalmente la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).

También aparece el coreano Dongkyun Park, consultor externo para el proyecto de desertización.

Otra consultora externa de la Seam es Antonieta Arias de Rojas, a igual que Cecilia Pizzurno, Alberto Vellacich, Óscar Rodas (de WWF), Rossana Scribano y Lilian Portillo.

Estos asesores aprovecharan el viaje para fortalecer sus conocimientos y hacer relaciones personales, que en nada beneficiará a la institución oficial, la Seam. Sin embargo, integran la lista oficial como delegados representantes del Gobierno nacional.

La aceptación de personas externas, vinculadas a las ONG, en la lista de la Seam desnuda nuevamente el manejo poco serio que le brinda el Gobierno a un evento tan importante como la Convención sobre el Cambio Climático. Una situación similar de desprolijidad se tuvo con la delegación oficial para Río + 20, hace dos años, situación remediada con el recorte de la lista de viajeros.

Las “ONG amigas” del gobierno de la Seam aparecen de nuevo beneficiados con este viaje. No están, por ejemplo, representantes de “A todo pulmón, Paraguay respira”, que realiza una gran campaña de arborización nacional, ni otras instituciones ambientalistas activistas.

SEN, RR.EE. y otros

La SEN no se queda atrás: viajarán su titular, Joaquín Roa; su jefe de gabinete, Miguel Kurita; la administradora María Elena Yolay y el jefe de Comunicaciones, Antenor Benítez. Curiosamente, de los dos técnicos que trabajaron en la Comisión Nacional de Cambio Climático, Francisco Antonelli y Mónica Urbieta, viaja solo el primero. El resto no se sabe qué harán en la convención.

Del Ministerio de Relaciones Exteriores viajarán el canciller Eladio Loizaga y el embajador Ricardo Caballero Aquino, quien es jefe de la Unidad Ambiental. Sin embargo, viajará otro funcionario de la misma unidad, Jorge Riveros.

¿Qué harán?

La pregunta que queda flotando es: ¿qué harán estas personas en Lima, Perú? El borrador del documento final de la convención ya fue elaborado un año atrás y los técnicos trabajarán solo para ajustarlo o para direccionar hacia un documento nuevo con miras a la cumbre de París, Francia, para el próximo año.

Los demás países tendrán una delegación reducida, como Francia, España, Alemania y los de África y Asia; incluso, la propia comisión europea, que no supera los 15 delegados.

En el caso de las ONG, generalmente aprovechan los recursos del estado (del pueblo) para realizar estos viajes y, en vez de participar como delegados, concurren a otros eventos paralelos para criticar posturas de los gobiernos, como son los encuentros denominados de los pueblos.

Paraguay está entre los países sin mucha capacidad para modificar o imponer medidas en una convención mundial donde lideran los países desarrollados, quienes, en definitiva, son los que decidirán lo que se hará en materia de cambio climático.

La ministra de la Seam y el canciller nacional son los que presentarán la posición paraguaya, como lo harán las casi 200 delegaciones del mundo, por lo que esa participación se limitará a no más de cinco minutos. El resto seguirá el discurso por imágenes de televisión (circuito cerrado), porque no podrán siquiera entrar en esa parte de la presentación, restringida solo a los ministros.

Lamentablemente se está abusando de nuevo de los erarios para el paseo de algunas personas en eventos donde deberían asistir con seriedad expertos en la materia, entre ellos científicos.

walberto@abc.com.py

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