Excombatiente relata las hazañas logradas en el campo de batalla

SAN JUAN BAUTISTA, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El sargento primero José Esquivel (98), héroe de Ballivián, Platanillos, Campo Vía y Fortín Toledo, recuerda las grandes hazañas en el campo de batalla, en defensa del Chaco, durante la guerra contra Bolivia. Formó parte del Regimiento de Caballería número 6 “Gral. Bernardino Caballero” y luego se alistó al Regimiento Valois Rivarola, al mando del coronel Alfredo Ramos.

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Vive en San Juan Bautista de las Misiones, con su esposa Pelagia Fretes de Esquivel; su hija Felicita Esquivel, quien le cuida porque es enfermera y sus nietos Sara (7) y Marcelo (15).

El excombatiente señaló que estuvo en el frente y participó en varias contiendas, de las cuales recordó batallas memorables como Campo Vía, Ballivián, Platanillos y Fortín Toledo, donde conoció al coronel Rafael Franco, a quien consideró un gran estratega militar. “Ha’e ivale, la coronel Franco” (calificó de valiente), dijo el veterano con gesto de admiración al jefe militar.

Entre las batallas más sangrientas recordó la toma de Ballivián, donde las divisiones paraguayas formaron el cerco, “un corralito”, según la expresión del héroe.

Señaló que él fue uno de los fusileros y que había un cruce de camino, única salida por donde tenían que salir los soldados bolivianos. En Ballivián cayeron unos 9.000 prisioneros y en Campo Vía 8.000 prisioneros, según contó.

Recordó que a la salida se instalaron “bocas de fuegos”, con 12 ametralladoras pesadas y livianas, para evitar el escape de los enemigos. “Abrimos fuego cruzado y ningún soldado enemigo pudo pasar (naipóri bolí ohasava’erã)”, remarcó.

El Ejército paraguayo cubrió todos los flancos, rodeó a los bolivianos y cerró el callejón de salida. Fue así que se tomó el Fortín Ballivián, dijo don José Esquivel, quien de tanto en tanto recuerda los memorables hechos en la Guerra del Chaco.

Esquivel se alistó a la guerra del Chaco a los 16 años, como soldado raso. Fue enrolado recién en la segunda remesa, según dijo. Estuvo en el campo de batalla hasta el 3 de enero de 1935. Recibió heridas en la cabeza y en la pierna derecha, casi al final de la guerra, y fue derivado al hospital militar para ser atendido.

Recordó que al iniciar la guerra estuvo al mando del capitán Francisco Vera y Aragón, quien luego vino a visitarle en el Hospital Militar, mientras se recuperaba de las heridas, dijo.

También peleó al mando de otro héroe sanjuanino, el coronel Alfredo Ramos, héroe de Ybybobo.

Para el sargento Esquivel, la estrategia de los jefes militares jugó un papel preponderante para ganar la Guerra del Chaco. El reconocimiento del terreno, al arrojo de los soldados paraguayos jugó un papel fundamental para la victoria.

Terminada la guerra regresó a su ciudad natal, San Juan Bautista de las Misiones, con el ascenso de sargento primero y se dedicó a trabajar en las estancias.

En el año 1961 se casó con doña Pelagia Fretes con quien tuvo cuatro hijos: Pedro Celestino, Demetrio, Eleno y Felicita. “De salud anda bien. Recibe su pensión mensual”, refirió su esposa doña Pelagia.

Añadió que cuando necesita atención médica su hija Felicita le lleva al Hospital Regional de esta ciudad. Luego prosigue los cuidados en su domicilio, situado cerca de la cancha del club Primero de Enero.

Distinguido

El sargento primero don José Esquivel recibió el 12 de junio del año pasado la condecoración Orden Nacional del Mérito, otorgada por la Honorable Cámara de Diputados. Doña Pelagia dijo que no pudieron viajar por motivos de salud, pero que la Cámara de Diputados les hizo llegar a su casa la distinción.

Anécdotas

Don José recordó con mucho cariño al coronel Rafael Franco, quien mascaba naco, según contó.

Otros destacados militares, de quienes el excombatiente también habló, fue el coronel Alfredo Ramos, héroe de la batalla de Ybybobo y otras contiendas, y de su jefe de batallón, el capitán Vera y Aragón.

En el campo de batalla señaló que él era fusilero y que, a pesar de ser de la caballería, la guerra la tuvieron que librar a pie, por causa del terreno difícil. “Las batallas eran un verdadero infierno, pero peor cuando abrieron fuego de ametralladoras”, dijo.

Don José Esquivel nació en San Juan Bautista, Misiones, el 14 de mayo de 1916. Se presentó a defender a la Patria a los 16 años, “pero me fui en la segunda remesa”, dijo. Luchó hasta poco antes de terminar la contienda bélica.

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