Indígenas se drogan, se prostituyen y crean zozobra en zona de Ñu Guasu

Un grupo de indígenas de la parcialidad mbya guaraní se instaló hace un tiempo en el barranco del arroyo Itay en el límite entre Luque y Asunción, al costado del parque Ñu Guasu. En la zona los nativos se drogan con cola de zapatero, se prostituyen, mendigan, delinquen y generan zozobra. El Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) se desentiende de la problemática de los aborígenes, en su mayoría niños y jóvenes.

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LUQUE (Arnaldo Espínola, corresponsal). Los pobladores de la zona denunciaron que la mayoría de los nativos son menores de edad y explotados por los adultos que se encuentran entre ellos.

Ayer un funcionario de la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia se acercó a la “carpa” de los aborígenes para censarlos con el propósito de trasladarlos, una vez más, a sus respectivos lugares de origen: los departamentos de Caaguazú, Canindeyú, Guairá y Caazapá.

Según las quejas de los lugareños, los responsables del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) se desentienden totalmente y los nativos pasan las horas drogándose con cola de zapatero.

Los indígenas viven en forma infrahumana a la vera del arroyo Itay y en días de lluvia se resguardan debajo del puente. A diario mendigan y las adolescentes son obligadas a prostituirse.

Se trata de los mismos nativos que durante años sobrevivieron a la intemperie en las inmediaciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol y del hotel Bourbon.

Luego de un pedido formal de traslado hecho el año pasado por la Junta Municipal, a propuesta del concejal Eliseo Fernández (ex Unace), fueron llevados a sus comunidades de origen. Sin embargo, un tiempo después varios regresaron y se instalaron en la zona de Ñu Guasu.

Violentos

Los nativos cuando están bajo los efectos de la droga actúan con violencia contra las personas que transitan por el sitio. Ayer, al percatarse de que eran fotografiados, intentaron atacar con piedras el móvil de nuestro corresponsal.

El jefe de prensa de la Municipalidad de Luque, Damián Espínola, adelantó que elevarán una queja al Indi sobre la presencia de los nativos en la zona del arroyo Itay, para buscar una solución al problema.

Intentamos hablar con el presidente del Indi, Jorge Servín, pero no respondió nuestras llamadas a su celular. Queríamos preguntarle si existe algún plan de atención integral a este grupo de nativos y otros que están en las mismas condiciones en otros puntos del país.

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