Los paraguayos retornan para tentar suerte y les preocupa la inseguridad

Con la ilusión de reintegrarse, algunos para establecer su pequeño negocio o encontrar un nuevo trabajo, decenas de paraguayos retornan en estos días al país desde España. La mayoría de ellos migraron en el 2002 atraídos por el buen momento económico de la Madre Patria. Hoy, con un euro a G. 6.000 luego de estar 8.000, y con un descenso de sus ingresos de 2.000 a 1.200 euros, la estadía se hace difícil y vuelven, pero la gran preocupación que les invade es la inseguridad y hasta temen por su integridad.

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ROMA, ITALIA (Enviado especial).Unos miraban los tableros del imponente aeropuerto Leonardo da Vinci de Italia, otros cientos formaban fila para embarcarse, y en medio de ese laberinto de gente, en pequeños grupos, se escuchaban el murmullo “moõ jaháta”, (dónde vamos). Eran unos 50 paraguayos que retornaban al país en busca de un nuevo puesto de trabajo o simplemente de visita. Todos estuvieron en España, pero tomaron el trayecto por Italia para regresar “porque por Al Italia el pasaje es más barato”.

En la Madre Patria, las mujeres trabajaban como empleada doméstica, otras se dedicaban al cuidado de las personas mayores, y así todo lo que ganaban era para mantenerse y una buena parte de esos ingresos, enviaban al Paraguay para solventar los estudios o la salud de sus hijos.

Cuando abandonaron nuestro país, salieron con el corazón dolorido, porque dejaban padres, madres e hijos. La buena situación económica de España, con un euro a 8.000 guaraníes y un ingreso libre de 2.000 euros mensuales (G. 16.000.000) eran los principales atractivos para acceder a una vida más digna. A esta aventura se enfrascaron unos 30.000 paraguayos entre el 2002 y 2008.

Sin embargo, la retracción económica en España y gran parte de Europa, desde el 2008 en adelante, significó un gran golpe al ingreso de los compatriotas. En la Madre Patria, por ejemplo, varias empresas cerraron, aumentaron los despidos y se redujeron los ingresos. La crisis castigó severamente a los paraguayos, que ante este nuevo golpe, no había otra cosa que pensar en el retorno o en la supervivencia. Muchos de ellos dejaron viviendas y retornaron gracias a los ayuda económica de sus parientes.

Desocupados

Ante esta coyuntura, centenares perdieron sus puestos de trabajo. Hoy, el euro a G. 6.000 y un sueldo de 1.200 euros (G. 7.200.000) mensuales, los servicios sanitarios reducidos y el elevado costo de vida, ya no es atractivo vivir en Europa, y muchos optan por el retorno.

Los compatriotas vienen con una gran ilusión. Algunos esperan encontrar un nuevo puesto de trabajo, otros ser independientes y también están quienes si no encuentran ocupación, volverían a Europa para vivir de las changas.

Al primer paraguayo, con quien se cruza, lo primero que pregunta es “¿cómo está el país?”, a la espera de una noticia esperanzadora.

Al igual de quienes viven en el país, la inseguridad es la gran preocupación que tienen. “Todos los días leemos en ABC digital los asesinatos, robos y secuestros. Pero aun así retornamos al Paraguay porque la añoranza en muy grande”, nos dijo uno de ellos.

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