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Jóvenes migrantes paraguayas representan una población importante en la Argentina, con niveles educativos inferiores a los de la población porteña. Estas migrantes no accedían a métodos anticonceptivos y a consultas en centros de salud en Paraguay. Migrar les facilitó estar más informadas, a regular su fecundidad, acudir a los servicios de salud, preguntar y averiguar sin sentirse juzgadas.
Un estudio realizado por la socióloga argentina Lucía Wang muestra que existe una importante población femenina de jóvenes migrantes paraguayas en la Argentina, la mayoría de ellas insertadas en el trabajo doméstico, que se presenta como la principal opción, concentrando al 49%. También, una minoría de mujeres se desempeñan como costureras (22%) o en actividades vinculadas al comercio (16%). Respecto a sus condiciones de trabajo, la cantidad de mujeres que no recibe aportes se eleva a 94%, según muestra la investigación que fue presentada durante el III Taller "Paraguay desde las ciencias sociales" en la ciudad de Resistencia, Argentina. El encuentro fue organizado por el Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, y por el Instituto de Investigaciones Geohistóricas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Lucía Wang explica que los resultados de la investigación muestran que el acontecimiento migratorio incide de manera significativa en los aspectos vinculados a la salud sexual y reproductiva de las jóvenes paraguayas que deciden migrar a la Argentina.
La socióloga investigó la dimensión cultural de las prácticas anticonceptivas de las migrantes paraguayas de 19 a 30 años de edad, residentes en el área metropolitana de Buenos Aires. Y realizó un análisis profundo obtenido de 20 entrevistas. La mayoría de las paraguayas abandonan sus hogares debido a la condición de exclusión en la que viven en Paraguay.
Jóvenes paraguayas, pobres excluidas
"Muchas jóvenes declararon que el hecho de migrar les facilitó conseguir información, acceder a los métodos anticonceptivos y a las consultas en los servicios de salud. La mayoría considera que en la Argentina se habla con mayor apertura de las cuestiones vinculadas a la sexualidad, y aceptan que el hecho de mantener distancia con su familia y con los códigos restrictivos que rigen sobre el tema en Paraguay, especialmente para la mujer, les facilitó concretar estrategias para regular la fecundidad", indica Lucía.
Según lo que muestra el estudio, las jóvenes paraguayas tuvieron en la Argentina mayor posibilidad de acudir a los servicios de salud para hacer consultas preventivas, animarse a preguntar y averiguar sobre la sexualidad con menor temor y sin sentirse juzgadas, el saber cómo y dónde conseguir métodos en forma gratuita, el hecho de decidir por ellas mismas qué métodos y cuándo usarlos, etc.
"Es mucho lo que aún se puede mejorar respecto al conocimiento que poseen acerca de sus cuerpos, su salud y sus derechos" dice.
Paraguayas desconocen sus derechos
Lucía Wang explica que se evidencia la falta de actitud crítica de las migrantes paraguayas hacia el sistema de salud argentino ya que se vincula al desconocimiento de sus derechos y que ellas padecían peores condiciones en asistencia sanitaria, acceso e información.
El estudio resalta que todas las jóvenes admitieron haber asistido a los servicios de salud al menos una vez desde su llegada a la Argentina, y que están ampliamente satisfechas con la atención recibida, sin percibir incomodidades ni inconvenientes en las consultas. "Nos permitimos desconfiar de esta ausencia de conflictos, ya que encontramos estudios que analizan la complejidad que presenta la atención hacia la población extranjera proveniente de países limítrofes", señala.
Un estudio realizado por la socióloga argentina Lucía Wang muestra que existe una importante población femenina de jóvenes migrantes paraguayas en la Argentina, la mayoría de ellas insertadas en el trabajo doméstico, que se presenta como la principal opción, concentrando al 49%. También, una minoría de mujeres se desempeñan como costureras (22%) o en actividades vinculadas al comercio (16%). Respecto a sus condiciones de trabajo, la cantidad de mujeres que no recibe aportes se eleva a 94%, según muestra la investigación que fue presentada durante el III Taller "Paraguay desde las ciencias sociales" en la ciudad de Resistencia, Argentina. El encuentro fue organizado por el Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, y por el Instituto de Investigaciones Geohistóricas, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
Lucía Wang explica que los resultados de la investigación muestran que el acontecimiento migratorio incide de manera significativa en los aspectos vinculados a la salud sexual y reproductiva de las jóvenes paraguayas que deciden migrar a la Argentina.
La socióloga investigó la dimensión cultural de las prácticas anticonceptivas de las migrantes paraguayas de 19 a 30 años de edad, residentes en el área metropolitana de Buenos Aires. Y realizó un análisis profundo obtenido de 20 entrevistas. La mayoría de las paraguayas abandonan sus hogares debido a la condición de exclusión en la que viven en Paraguay.
Jóvenes paraguayas, pobres excluidas
"Muchas jóvenes declararon que el hecho de migrar les facilitó conseguir información, acceder a los métodos anticonceptivos y a las consultas en los servicios de salud. La mayoría considera que en la Argentina se habla con mayor apertura de las cuestiones vinculadas a la sexualidad, y aceptan que el hecho de mantener distancia con su familia y con los códigos restrictivos que rigen sobre el tema en Paraguay, especialmente para la mujer, les facilitó concretar estrategias para regular la fecundidad", indica Lucía.
Según lo que muestra el estudio, las jóvenes paraguayas tuvieron en la Argentina mayor posibilidad de acudir a los servicios de salud para hacer consultas preventivas, animarse a preguntar y averiguar sobre la sexualidad con menor temor y sin sentirse juzgadas, el saber cómo y dónde conseguir métodos en forma gratuita, el hecho de decidir por ellas mismas qué métodos y cuándo usarlos, etc.
"Es mucho lo que aún se puede mejorar respecto al conocimiento que poseen acerca de sus cuerpos, su salud y sus derechos" dice.
Paraguayas desconocen sus derechos
Lucía Wang explica que se evidencia la falta de actitud crítica de las migrantes paraguayas hacia el sistema de salud argentino ya que se vincula al desconocimiento de sus derechos y que ellas padecían peores condiciones en asistencia sanitaria, acceso e información.
El estudio resalta que todas las jóvenes admitieron haber asistido a los servicios de salud al menos una vez desde su llegada a la Argentina, y que están ampliamente satisfechas con la atención recibida, sin percibir incomodidades ni inconvenientes en las consultas. "Nos permitimos desconfiar de esta ausencia de conflictos, ya que encontramos estudios que analizan la complejidad que presenta la atención hacia la población extranjera proveniente de países limítrofes", señala.