Música para mantener el vínculo con la patria

José Chilavert Peña (58) está radicado hace 29 años en Barcelona, España. Se casó con una española hace 22 años y afirma estar muy feliz con su familia. El nombre de una de sus dos hijas Koêtî (amanecer, en español) es una muestra de añoranza por la tierra que lo vio nacer. Afirma tener muchas expectativas en el gobierno del presidente Horacio Cartes y pide que mejoren la salud y la educación y que haya más puestos de trabajo para los compatriotas.

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En Pinedo del Mar, Barcelona –que tiene unos 35.000 habitantes–, vive con su familia el compatriota José Chilavert, reconocido artista de nivel internacional que tiene presentados tres cedés de música latinoamericana y de nuestra tierra. Conversamos con él en su restaurante:

–¿Cuánto hace que decidió vivir fuera del Paraguay?

–En 1983 fui a vivir a Buenos Aires, Argentina, donde estuve 7 años. Luego, mi hermano Aníbal, que vivía en España, me decía: “Tenés que venir aquí”. Dije que sí y me preparé para el año próximo. Me envió el pasaje y llegué aquí, a Barcelona, el 24 de julio de 1984, en pleno verano. Al principio solo fue con intención de paseo. En mi mente no estaba quedarme, hasta hoy. Solo pasar bien hasta que se me acabaran la ganas de estar, y volver a la Argentina y luego al Paraguay. Me quedé en Barcelona. Mi hermano actuaba en El Cortijo, que ahora cambió de nombre por Can Giusepp, o sea “José” en idioma catalán, en honor a mi suegro fallecido. La primera semana que llegué conocí a la que actualmente es mi esposa: María Teresa.

–¿Cuántos años de casados tienen?

–Los padres de María Teresa eran muy estrictos, más que el estilo paraguayo. Yo estaba hacía una semana en Barcelona. Ella tenía 18 años y les ayudaba a sus padres en el restaurante. Yo tenía 28 años cuando nos conocimos y, si bien ella me impactó a primera vista, jamás pensé que terminaríamos casándonos. Los padres se enteraron de que nos veíamos a escondidas y le prohibieron salir conmigo. Tuve que viajar a Alemania, donde trabajé por un año, y al volver a Barcelona nos reencontramos y surgió el verdadero amor. Nos casamos hace 22 años y somos muy felices. Tenemos dos hijas: Georgina y Koêtî, que muchas veces cantan conmigo la música paraguaya en mis actuaciones, en el restaurante. Me sobrevive una hermana, que también vive en Barcelona. Me viene a visitar frecuentemente.

–¿Desde cuándo administran el negocio familiar?

–Este año el local cumple 52 años. Mi suegra es la propietaria y mi esposa lo administra. Por mi parte yo tengo un trabajo como representante de un producto al que le dedico todo el día. Por la noche ayudo a mi esposa en el local y canto y ejecuto la guitarra con mi grupo. Mi compañero actual es Juan Alarcón. En Barcelona gusta mucho la música paraguaya, el arpa sobre todo es muy apreciada por el sonido que tiene.

–¿Cuál es el principal desafío que tiene un paraguayo a venir en España?

–Cuando uno viaja fuera del país tiene ilusiones de crecer económicamente, después de pagar su deuda para viajar. Como antiguo residente, sugeriría que el que decida viajar tenga mucha paciencia, porque debido a la crisis económica en toda Europa no es fácil encontrar empleo para los varones. Además se deben trabajar muchas horas. El horario es muy estricto, hay que ser responsable, sacrificarse y ponerse metas, que son las cualidades fundamentales para salir adelante. El paraguayo que quiera venir a trabajar en España debe pensarlo muy bien, antes de abandonar a su familia y vender todo lo que tiene. Creo que es mejor sacrificarse un poco en el Paraguay y poder compartir con la familia, que es una de las riquezas más importantes que una persona posee.

–¿Recibe a muchos paraguayos en su negocio?

–Han pasado muchos paraguayos por el local. Escritores, médicos, odontólogos, diplomáticos, periodistas y turistas de todo el mundo. La atención es muy cordial y preparamos comidas típicas españolas e internacionales.

–¿Qué información le llega del Paraguay?

–Me informo de mi país escuchando radio y leyendo periódicos digitales de Paraguay. Hay muchas expectativas con el nuevo presidente, Horacio Cartes. Esperamos que los administradores de la cosa pública piensen cómo hacer que el Paraguay mejore en salud y educación. Que se construya más infraestructura vial y haya más fuentes de empleo para que las familias paraguayas no abandonen a los suyos en busca de un porvenir mejor. Hace 17 años que no voy a Paraguay y añoro volver. Siempre pienso: “este año voy a ir”, y después posponemos nuevamente el viaje. A mi esposa le gusta mucho el país. Ya lo visitó en dos ocasiones, pero no podemos viajar porque tenemos que atender el negocio y mi suegra necesita cuidados especiales.

–¿Extraña las costumbres del país?

–Sí, la gente paraguaya es muy sencilla, amable, sincera dispuesta a dar su cariño y su hospitalidad a propios y extraños. Quiero mucho a los paraguayos. Pienso volver algún día. Siempre está en mis pensamientos, desde lejos me preocupo por la suerte que les toca vivir.

–¿Tiene un parentesco con el destacado arquero paraguayo José Luis Chilavert?

–José Luis y Rolando Chilavert son mis primos. Son muy buenos deportistas del fútbol.

–¿Qué desea para el Paraguay?

–Deseo que en el Paraguay haya más madurez política, especialmente en el Parlamento. Solo así puede haber gobernabilidad y aprobarse los proyectos presentados que beneficien al pueblo, más allá de la bandería política. En nuestro país hace mucha falta una reforma agraria. Hay mucha gente campesina que reclama tierra para cultivarla y como nuestra economía es eminentemente agrícola hay que ayudarla. Tenemos todo para progresar, solo falta un buen administrador de la cosa pública. Estoy confiado en el nuevo presidente del Paraguay, Horacio Cartes.

eolmedo@abc.com.py

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