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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). En el séptimo día del novenario de la Virgen de Caacupé, el obispo de Benjamín Aceval, Mons. Cándido Cárdenas, señaló que ya nadie tolera la mentira y la falta de verdad y que la gente está harta de la ley del ocultamiento y del apañamiento.
Agregó que esta situación de mentira ha llevado a mucha gente, jóvenes y adultos a mostrar su indignación. “El grito de los indignados ya se ve y se escucha desde lejos, por eso hay esperanza cierta de que la verdad va triunfando de a poco en nuestro país”, acotó.
En ese sentido, reclamó el buen funcionamiento de las instituciones del Estado, de tal manera que se castigue como corresponde a los que han robado y metido la mano para apropiarse de lo ajeno. Aunque sostuvo que “nos damos cuenta también de que muchos tienen el poder económico para acercarse, apoderarse del dinero del pueblo y luego quedar impunes”. Añadió que si esto sigue sucediendo nunca saldremos de la miseria, la pobreza y el atraso.
El obispo también se refirió a la situación de pobreza y carencias que atraviesan muchas familias y niños, diciendo que más de la mitad de la población de nuestro país está marginada de los servicios básicos que les corresponden para vivir una vida digna.
Subrayó que llama la atención que en nuestro país, de solo 6 millones de habitantes, haya tantos campesinos sin tierra. Se preguntó cuántos campesinos tienen que ir a invadir terrenos a fin de conseguir un poco de tierra para cultivar y ganarse el sustento diario. ¿Qué sucede en nuestro país donde todo aparentemente existe en abundancia?, se preguntó. “¿Acaso no hay grandes extensiones de tierra que están en manos de unos pocos? ¿Cuántos niños se encuentran en la calle, en la total precariedad, que apenas se alimentan, sin tener acceso a la educación y mucho menos en salud y vestimentas?”, insistió.
Finalmente, abogó por un techo para quienes no lo tienen.