Octubre llegó con festín de jopara

Mientras un grupo de teatro representaba el ritual de ahuyentar a “Karai Octubre” en la Plaza Uruguaya, cientos de personas saborearon variedades de jopara. Los comensales asuncenos se dieron una verdadera panzada en los comedores más populares, especialmente en mercados municipales.

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El menú obligado de ayer fue el jopara. Los comensales se dieron una verdadera panzada para ahuyentar al angurriento “Karai Octubre” y así esperar el resto del décimo mes en abundancia.

Las cacerolas de cuatro variedades de jopara que eran para 500 personas en la comilona de ayer en la Plaza Uruguaya se agotaron al rato. Poco después del mediodía mucha gente debió buscar su ración en otros puntos, puesto que ya no quedaba nada.

Clemente Cáceres, coordinador del evento organizado por la Dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción, explicó que muchos empleados de las oficinas adyacentes buscaron en gran cantidad para el almuerzo en sus lugares de trabajo. Mientras, la fila en espera del plato se prolongaba.

Los comedores populares de los Mercados Municipales del Centro de Asunción y alrededores inmediatos también se vieron atestados.

“El jopara verdadero es el que solo lleva locro, poroto y verduras. No debe llevar carne”, dice Elsa López de Godoy, mientras prepara un “platazo” para un comensal en el Mercado Nº 2 de la calle José Berges c/ San José. Ella optó por esta receta aprendida de su madre y abuela.

En la Plaza Uruguaya se rescataron variedades más nuevas como el jopara kesu que no alcanza el siglo de existencia. “Las más antiguas recetas son las variantes con carne y cerdo; y el joparaite, que aún en algunos hogares de Misiones, Paraguarí y Ñeembucú se consume”, dice Clemente Cáceres.

El joparaite o jopara-jopara es el que lleva poroto rojo, locro, arroz, fideo, carnes de pollo, vaca y cerdo, verduras y especias.

Con el auge gourmet es probable que sigan apareciendo nuevas variantes.

¿Cómo surgió el Karai...?

“Existe una añeja costumbre, ancestral y vigente en muchas zonas del país, y es que, el primer día de Octubre, las abuelas toman un arreador o rebenque y en las primeras horas del día dan vueltas alrededor de la casa, azotando el aire y el suelo con estrépito, en tanto repiten amenazadoramente, como una letanía en guaraní: Chake Carai Octubre (cuidado Señor Octubre), como queriendo indicar que la presencia de este personaje, romero del hambre, es indeseable y será muy mal vista”.

Esto lo escribió Mauricio Cardozo Ocampo bajo el título de “Caraí Octubre”, en ABC Color en 1969.

El compositor dice que “estas y otras prácticas recogidas por nuestro folklore tienen su razón de ser. El mes de octubre, en nuestra campaña, era de quietud, de estatismo, terminadas las cosechas de la temporada y agotados los productos de la tierra el mes este de Octubre era de necesidad, escasez y frugalidad”.

La falta de alimentos agrícolas –sigue– fantaseando la imaginación campesina creó la llegada de un extraño personaje que surgía, de generación espontánea de la mudez de los campos y que, recorriendo las casas, anunciaba con su presencia las penurias y necesidades de la temporada.

“Y de la imaginación saltó al folklore, descrito con su extraña vestimenta, su sombrero de alas anchas, su andar cansino, su nombre epónimo y su presencia neutra merodeando por los patios y avizorando las intimidades hogareñas”.

Fotos: Silvio Rojas

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