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El intendente Arnaldo Samaniego no se entera, porque circula con custodios motorizados que le abren paso.
Largas filas y esperas forman parte de la caótica realidad que deben afrontar los automovilistas y usuarios del transporte público todos los días en Asunción. La situación se acentúa a medida que se acercan Navidad y Año Nuevo.
El intendente de Asunción vive ajeno a esa realidad. El jefe comunal cuenta con acompañamiento de efectivos de la PMT que, montados en motocicletas, se encargan de abrirle paso todos los días, a fin de ahorrarle las largas esperas que padecen los ciudadanos de la capital.
De esta manera, Samaniego consigue desplazarse evitando el pesado tráfico que azota a una Asunción cada vez más rebasada por la cantidad de automóviles que circulan por sus calles y por la falta de infraestructura para que los mismos puedan andar sin que se generen grandes embotellamientos a cualquier hora del día.
La directora de la PMT, María Ramona Rodas, dijo que el jefe comunal cuenta con el acompañamiento de efectivos que se encargan de abrirle paso. “Claro que sí, es nuestro jefe”, sostuvo.
Al ser consultada acerca de si el procedimiento se realiza con motocicletas, respondió: “Por supuesto, nuestro jefe es”.
“Si es que necesita, si es horario pico... Tiene que llegar a hora”, respondió la directora de la PMT consultada sobre los horarios en los que el intendente tiene tránsito liberado.
Reconoció que es la época del año en la que cuentan con mayor trabajo y que la cantidad actual de efectivos (274) no da abasto para cubrir el requerimiento de una capital en la que se estima que circulan unos 320.000 vehículos por día.
A la cantidad de agentes disponibles hay que restarle los destinados a Samaniego.