Seguridad humana más que seguridad territorial

La seguridad humana se enfoca en las personas, donde el humano es el centro, y este es el nuevo concepto que va desplazando al de la seguridad nacional, indicó Keisuke Ito, en el seminario internacional “Desarrollo territorial y seguridad humana con enfoque de gestión y reducción de riesgos”.

“Se deben incorporar como amenazas a la seguridad de las personas numerosos otros factores que no siempre han sido considerados como la amenaza a la seguridad nacional”, dijo Ito.

Resaltó que la soberanía nacional debe estar enfocada en las personas y en la sociedad más que en la nación. “Además de terrorismo como factor de riesgo, existen otros riesgos a la seguridad humana como la pobreza, la desnutrición, la falta de servicio social, la falta de infraestructuras básicas”, manifestó Ito.

Señaló que hay que comprender qué es el riesgo de desastres y luego fortalecer la gobernanza e invertir en reducir ese riesgo.

El seminario fue una iniciativa conjunta de las secretarías de Emergencia Nacional (SEN) y Técnica de Planificación (STP), además del Ministerio de Salud Pública, con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización Panamericana de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Seguridad Humana y la JICA.

Triste radiografía país

Uno de los expositores fue el director de análisis territoriales de la STP, Kevin Goetze, quien presentó una radiografía socioeconómica del país, que reflejó más carencias que virtudes.

Una de esas debilidades detectadas por la STP es la falta de descentralización de los polos productivos y económicos del país para sacar a varias poblaciones del estado de vulnerabilidad.

También explicó que el sistema educativo nacional presenta una gran deserción, y como ejemplo ilustró que de los niños que se matricularon en 2001 solo el 51% llegó al noveno grado en 2010. De igual forma dijo que existe inequidad en el acceso al agua “segura”.

Explicó que, sin embargo, las ciudades pueden mejorar con los recursos provenientes de los royalties, que son una importante inyección para el desarrollo local.