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Este local tampoco cuenta con una sala de internados, solo tiene dos camas para recuperación y los casos graves se tienen que trasladar al Hospital Central, pero la ambulancia debe correr por cuenta del asegurado.
Los pacientes sufren todo tipo de incomodidades: se encuentran en una improvisada sala de espera con un precario techo, que cuando llueve chorrea. Además la cocina o lugar de descanso de los profesionales se encuentra en un rincón apartado de la propiedad, pero no cuenta ni con la más mínima comodidad, además de estar sucio y desordenado.
En cuanto a los medicamentos, es un martirio para los asegurados que llegan a este puesto sanitario, porque solo se les entrega para menos de un mes y luego ya tienen que comprar.
Además de la incomodidad, las sillas se encuentran en deplorable estado y el espacio físico es insuficiente para la gran demanda, ya que cerca de 1.500 personas acuden semanalmente para consultar. En el sitio solo se cuenta con 5 consultorios y precisan 4 más. El centro cuenta con 6 médicos entre consultorios y urgencias, es decir se tiene 3 clínicos, 2 pediatras y un traumatólogo, que son las especialidades más requeridas.