Una miserable decisión del Congreso amenaza con dejar sin pan al Cottolengo

Como un latigazo cayó en el Pequeño Cottolengo el recorte que dispuso el Congreso a las instituciones que trabajan en la defensa de la vida. La reducción del aporte hasta podría reducir la alimentación a los internos y afectar los programas de recuperación. La miserable decisión no es otra cosa que una bofetada a la gente que el Estado debería proteger.

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El Pequeño Cottolengo es una de las instituciones más nobles y humanistas, por su defensa de la vida. Se habilitó el 19 de marzo de 1988 en Mariano Ro que Alonso. El próximo año cumplirá 26 años.

En este albergue reciben cariño, paciencia y acompañamiento 66 personas con discapacidad, pero desde su fundación ya pasaron por el sitio 150 personas.

Los internos son seres humanos totalmente indefensos, algunos sufren el abandono total de sus familiares, otros fueron recogidos de la calle. Sin el acompañamiento y la paciencia de sus benefactores, no tendrían siquiera posibilidades de vivir. El Pequeño Cottolengo, antes que nada, es un “santuario a la vida”.

La institución se mantiene con aportes de Estado, de benefactores y otros ingresos, pero esta paz se vio sacudida el jueves, cuando los senadores ratificaron el recorte presupuestario del 50% a las oenegés. La reducción estatal obedecería a que algunas entidades no rinden cuentas del dinero que reciben. Pero el craso error que se cometió fue generalizar a todas las instituciones, y una de las afectadas será el Pequeño Cottolengo.

La decisión de los parlamentarios cayó como un balde de agua fría sobre quienes dedican todo su tiempo al cuidado de estos compatriotas con discapacidad. Privar a estas personas de este recurso es una actitud miserable de los parlamentarios, acostumbrados a autoasignarse jugosos salarios y a hacer mamar de las tetas del Estado a su parentela, amantes y correligionarios.

Los directivos e internos del Cottolengo están muy preocupados, e incluso, invitan al presidente Cartes y a los legisladores a que visiten el albergue donde residen 66 personas con discapacidad a la hora que quieran, que encontrarán una institución limpia en todas sus dependencias, así como en sus manejos administrativos, pero más que estos detalles, se encontrarán con la sonrisa de decenas de indefensas personas, que a pesar del latigazo que recibieron, seguirán rezando por ellos.

El pequeño Cottolengo ocupa un predio arbolado donde sobresalen los pabellones de los internos. Tiene capilla, tinglado y parques de diversión donde juegan los internos. Los pasillos, la cocina y los dormitorios están impecables y permanentemente son limpiados.

Hasta este año, la institución estaba recibiendo 980 millones de guaraníes, que constituían el 50% de su presupuesto. Este monto normalmente se desembolsaba en marzo, y para enero y febrero, recurría a un préstamo para que no hubiera atrasos en los pagos a las proveedoras de insumos.

Pero con el recorte, matemáticamente recibiría en el 2014 uno 490 millones de guaraníes. Este monto sería insuficiente para abastecer de alimentos, insumos y salarios de algunos de sus funcionarios.

Existe la promesa de que en abril, el Parlamento estudiaría una reprogramación presupuestaria para las entidades que cumplen su misión, pero este anuncio tampoco es alentador, porque al decidirse la reasignación, recién en junio se transferirían, y ya se habrá soportado un buen trecho la escasez de fondos.

Como toda obra de fe, el Pequeño Cottolengo mantiene viva la esperanza, y así como los parlamentarios hacen y deshacen cuando quieren, cree que los legisladores reverán su postura y garantizarán el desembolso de los rubros, no solo a esta institución, sino a otras que están generosamente supliendo la obligación que debería tener el Estado, con sus ciudadanos, especialmente hacia los más indefensos.

Hoy esta es la realidad, pero todos quienes trabajan y viven en este albergue creen en la generosidad de los paraguayos, y antes que venga los peor, esperan que todos colaboren y envíen sus aportes para que enero, febrero, marzo, abril o todo el año, no falte el pan a estas personas maravillosas.

Los interesados en colaborar con esta noble institución pueden llamar al teléfono 282880/1. Dijeron que la generosidad será retribuida con sonrisas y oraciones.

Mañana: La vida en el Pequeño Cottolengo

avelazquez@abc.com.py

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