Vertedero municipal de Encarnación es declarado libre de trabajo infantil

La declaración libre de trabajo infantil es resultado de un trabajo de casi 10 años con familias que vivían en el vertedero municipal, e involucró a mucha gente e instituciones públicas y privadas, en un esfuerzo común por sacarlos literalmente de la basura, donde vivían sin ninguna perspectiva de futuro, unos 150 niños y sus familias, en el barrio San Antonio Ypecurú.

La Municipalidad local dictó una Resolución, que lleva el número 517/2012, por la cual se declara “zona libre de trabajo infantil la planta de relleno sanitario municipal de la ciudad de Encarnación”, y una ordenanza, la número 157/2012, a través de la cual “se prohíbe el ingreso de niños, niñas y adolescentes a los depósitos temporales y/o finales de residuos sólidos de la ciudad de Encarnación”.

El proceso para llegar a esta declaración municipal se desarrolló en el marco del programa “Abrazo”, impulsado por la SNNA, con el apoyo técnico y financiero de la OIT, según se informó.

La declaración se aplica a la planta de relleno sanitario de la ciudad –obra constituida por la entidad binacional Yacyretá (EBY) como reposición funcional por el antiguo vertedero– donde funciona una recicladora de residuos sólidos en la que trabajan familias que antiguamente vivían en el vertedero municipal con sus hijos.

Esta legislación comunal pone el sello a un proceso que se inició en el año 2005, cuando un grupo de turistas españoles visitó el vertedero y se sensibilizó con la presencia de niños de diversas edades, algunos de pocos meses, viviendo en medio del basural, donde sus padres se dedicaban al reciclado de basura.

Así nació la ONG Crecer con Futuro, de España, que inició un largo proceso que involucró a la Municipalidad local, universidades públicas y privadas, instituciones de servicio, y un equipo de profesionales rentados y voluntarios. Los antiguos habitantes del vertedero viven hoy en un barrio construido por la EBY a pocos kilómetros del vertedero municipal, y los niños y adolescentes que vivían y comían de la basura hoy asisten a la escuela, concurren todos los días al Centro de Atención Ara Pyahu, donde reciben alimentación, apoyo escolar y capacitación. También los padres de estos niños son capacitados en oficios en dicho Centro de Atención.

El intendente municipal, Juan Schmalko, hizo un breve relatorio del proceso, que se inició en el 2005, e involucró a varias instituciones; mientras que el titular de la SNNA, José María Orué, resaltó que lo más importante de esta experiencia es que queda demostrado que “sí se puede” vivir en un país sin inequidades, que se puede erradicar la pobreza, y que ese debe ser el interés de todos, por encima de los colores. La pobreza es la consecuencia de que no se haya dado la oportunidad, dijo, y enfatizó que se puede erradicar la pobreza, y que esto debe ser prioridad, por encima de los colores y los signos políticos.

Por su parte, el representante de la OIT, Bernardo Puente Olivera, hizo hincapié en la necesidad de políticas educativas más inclusivas, sin tanta preocupación por si tienen útiles o uniformes, y la necesidad de crear fuentes de trabajo dignas para los padres de familia. Generar puestos de trabajo para que estos puedan mantener a sus familias.