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TAIWÁN. Ingresar al museo tiene un costo de unos 3 dólares americanos. En el lugar el visitante, con ayuda de un guía, tiene la posibilidad de conocer sobre los procesos de elaboración de té y su cultivo, además de su papel dentro de la historia de China.
La zona de Pinglin, ubicada en New Taipei City, es conocida por su producción de té en su variedad rica, verde y ácida. En Taiwán se tienen unas 14.000 hectáreas de cultivo de té, especialmente en el norte y el centro de la isla conocida como “El corazón de Asia”, por su estratégica ubicación geográfica. El 40% de la producción se encuentra en el distrito de Nantou, de acuerdo a los datos.
En este país el árbol del té mantiene su producción efectiva por unos 30 años. La cosecha se inicia al tercer año de vida del árbol y de acuerdo a la experiencia de los productores, a partir del quinto y hasta el octavo año de vida se obtiene el mejor rendimiento. El té no fermentado es conocido como té verde, en tanto que dependiendo de su grado de fermentación, la infusión puede llegar al té negro. Existen otros tipos, según los aromas y sabores.
La bebida se elabora de manera artesanal mediante un proceso que se transmitió de generación en generación de los antiguos habitantes de Asia. Existen pasos más rápidos y otros más lentos porque depende si será fermentado. Además se tiene en cuenta el color, aroma y el ruido de la hoja.
Para el proceso en el cual se utiliza la tecnología los pasos para la elaboración del té son otros.
Lo que se ve
En el museo se puede apreciar desde la ropa que utilizaban los antiguos productores, pequeñas balanzas que servían para pesar las hojas, y hasta los elementos utilizados para la recolección de la planta como cuchillos, canastas, entre otros.
Asimismo, se guardan los primeros envases de té para su exportación, principalmente al mercado de los Estados Unidos y Europa. También se exhiben todos los tipos y marcas de té que se elaboran en Taiwán.
Asimismo, mediante el uso de la tecnología se puede tener información digitalizada en una pantalla. Se debe seleccionar tomando una ligera madera que se encuentra frente a los diferentes tipos de té y se coloca en un lector. Los datos referentes a ese tipo de bebida se proyectan en la pantalla.
Muchas otras cosas referentes al té se pueden ver y conocer en el museo, distante a 40 kilómetros de la capital de Taiwán. Además se puede probar los tipos de té como cierre de la visita.
El sitio recibe anualmente a una gran cantidad de visitantes de todo el país y del extranjero. También se disponen de tiendas en las cuales se venden el té en diversas presentaciones.
“Economía del té”
En la ciudad de Pinglin casi toda su economía gira en torno al té, que es considerado como el primer producto global. El 80 por ciento de las personas en la ciudad están de alguna manera asociadas con la “economía del té”.