“Espero ver que un científico sea tan valorado como un futbolista”

Uno de los sueños del doctor Benjamín Barán, Premio Nacional de Ciencias 1996, es ver que en la sociedad paraguaya un científico sea tan valorado como un goleador del campeonato de fútbol. Indicó que sale muy oneroso no hacer investigaciones, ya que de esa forma se seguirá en la pobreza y el atraso. Puntualizó que el país no se desarrollará si solo sigue vendiendo materia prima ya que no somos capaces de dominar la tecnología necesaria para procesarla y sacar el mejor provecho de nuestro preciado potencial.

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Barán tiene un doctorado en Ingeniería de Sistemas y Computación por la Universidad Federal de Río de Janeiro y es máster en ingeniería eléctrica por la Northeastern University, en Boston, EE.UU. Tiene publicados más de un centenar de artículos científicos y ha logrado varios premios, entre ellos, Honor al Mérito Latinoamericano en Informática 2013, Premio Panamericano en Computación Científica 2012, el Premio Nacional de Ciencias del Paraguay (1996), el premio Andrés Barbero de la Sociedad Científica del Paraguay, entre otros. Además recibió un Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional del Este.

Es miembro de la Comisión Científica Honoraria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y presidente de la Consultora Barán y Asociados. También colabora con grupos de investigación en la Universidad Nacional de Asunción, Universidad Nacional del Este y Universidad Nacional de Itapúa.

–Según su visión, ¿cuál es el estado de la ciencia y tecnología hoy en Paraguay?

–Considero que estamos todavía muy lejos de lo que nos merecemos como país por nuestros recursos naturales y la potencialidad de nuestra gente, pero veo una franca mejoría al recordar mis inicios en la investigación hace más de tres décadas.

Nos queda mucho por hacer, pero estamos caminando en la dirección correcta: tenemos al Conacyt con sus diversos programas de apoyo e incentivo a la investigación, posgrados en número creciente, aunque no todos del nivel que deseo para mis hijos, profesores a tiempo completo que hacen investigación, un premio nacional de ciencias y nuevos puestos de trabajo donde se valora la creación científica, aunque todavía no en número suficiente como para repatriar a nuestros talentos en el exterior.

–¿Por qué es importante para un país como Paraguay invertir en ciencia y tecnología?

–Porque sale demasiado caro no hacer investigación y seguir comprando espejitos, simplemente porque brillan más, y no entendemos el porqué. ¿Escuchó hablar de inmensas inversiones en proyectos y tecnologías que al final no sirven para nuestro país? ¡La prensa está llena de estos casos!
Además, cabe recordar que en la era del conocimiento no se puede progresar como país si solo vendemos materia prima y no somos capaces de dominar la tecnología necesaria para procesarla y sacar el mejor provecho de nuestro preciado potencial. Tenemos riquezas enormes como la energía hidroeléctrica, y me pregunto: ¿tenemos la convicción y el conocimiento tecnológico para usar de forma óptima este tesoro y lograr lo mejor para nuestra gente?

–¿Cuál es su área de investigación?

–Me inicié trabajando en comunicaciones ópticas (fibras ópticas), mi doctorado fue en computación paralela y distribuida (supercomputadores) y me especialicé en optimización aplicada, por ejemplo a las ingenierías. En particular, trabajo bastante con optimización de múltiples-objetivos utilizando algoritmos bioinspirados, inteligencia artificial y otras técnicas modernas que permiten resolver modelos matemáticos bastante complejos, como el diseño de redes ópticas, datacenters, etc.

–¿En qué ha trabajo en los últimos años? ¿Qué ha propuesto o descubierto?

–A juzgar por el Google Académico, mi aporte más conocido es un algoritmo de colonia de hormigas que resuelve un problema multi-objetivo de logística (ruteo de vehículos) que tiene más de 170 citaciones. También se destaca una propuesta de encaminamiento en redes de computadoras (ruteo) utilizando esta misma técnica de colonia de hormigas, con más de un centenar de citaciones.

Sin embargo, yo prefiero mencionar el más de un centenar de trabajos publicados en resolver problemas de ingeniería eléctrica, civil e industrial, redes de computadoras y logística. Los invito a buscar mis trabajos en el Google Académico: http://scholar.google.com, utilizando mi nombre como palabra clave.

–El área de inteligencia artificial, ¿cómo está desarrollado en Paraguay?

–No se ha desarrollado todavía todo lo que debería, pero me honra haber orientado los trabajos de tesis de casi un centenar de brillantes jóvenes paraguayos que demostraron con su esfuerzo que también aquí podemos colaborar al desarrollo del conocimiento en el área, incluso destaco que ya hay hasta un doctor en Informática, egresado de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción que trabajó conmigo en el área, el Dr. Diego Pinto-Roa, actual director de la carrera de Ingeniería Informática en esta institución. Siguen faltando recursos, pero seguimos progresando y cada vez hay más jóvenes entusiastas que se interesan en esta área de investigación tan prometedora.

–¿Cuáles son los principales retos o desafíos que tienen los investigadores paraguayos?

–Todos los retos y desafíos que se nos pueda ocurrir y algunos más, pues no se ha consolidado la carrera del investigador y la industria nacional no ha logrado generar adecuados puestos de trabajo con remuneración digna, acorde al mercado internacional.

–¿Cómo mantiene a su familia un investigador en el Paraguay?

–La mayoría debe tener otra actividad para mantener la familia (docencia, empleo, empresa, etc.), trabajando el doble, lo que hace difícil competir con el mercado internacional.

Vamos mejorando, pero queda mucho por hacer hasta que un científico sea debidamente valorado y remunerado en nuestro país, pero vivimos en tiempos de grandes cambios y competencia globalizada, por lo que necesariamente deberá ocurrir un cambio positivo si deseamos un futuro mejor para el Paraguay. No hacer investigación, necesariamente nos dejará en la pobreza y el atraso.

–En los últimos indicadores del Conacyt se vio que hay 5 abogados por cada ingeniero, ¿a qué cree que se debe esto?

–Para encontrar una explicación sencilla basta contar cuantas horas de estudio tiene cada uno, cuántas universidades ofrecen cada carrera. Sin embargo, se debe considerar otros factores: remuneración, estereotipos sociales, motivación sembrada en nuestro educación escolar, entre otros factores. En cualquiera de los casos es muy preocupante pues, aparentemente, por cada ingeniero emprendiendo un proyecto nuevo habría cinco abogados dispuestos a litigar ante una dificultad. ¿Es esta la fórmula correcta para desarrollar nuestro país?

–¿Cuesta mucho estudiar en Paraguay una carrera de ingeniería?

–Creo que estudiar ingeniería cuesta mucho menos en Paraguay que en muchos otros países y el nivel es muy competitivo en las mejores universidades nacionales, no digo en todas porque no conozco y se escuchan muchas anécdotas. No creo que la gente deje de estudiar ingeniería solo por su costo, sino por falta de una buena preparación y motivación.

Mañana: La financiación de la ciencia para este año.

equintana@abc.com.py

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