Candidatos del banco de suplentes e imprevistos

El impedimento establecido en la Constitución a la reelección presidencial deja anticipadamente fuera de combate a algunos aspirantes claves del oficialismo y la oposición para el 2018. Especialmente, al presidente Horacio Cartes y al expresidente Fernando Lugo.

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Esa circunstancia, abre posibilidades a otras figuras que están en una suerte de banco de suplentes.

Cartes ha dicho que no le interesa la reelección, pero no suena creíble y tiene más que ver con la prohibición constitucional y con las cifras desalentadoras que arrojan las encuestas sobre su (im)popularidad, a esta altura de su gestión.

En el cartismo, se habla de la figura de Enrique Riera, actual ministro de Educación, como un posible “delfín” del mandatario. El problema es que si se continúan cayendo escuelas sobre la humanidad de algunos alumnos, en distintas partes del país, las cosas se le pueden poner más difíciles. Conste que Riera tiene cierta experiencia en eso de eludir responsabilidades.

Los sectores de izquierda agrupados en el Frente Guasu dicen no tener alternativa a Lugo e insistirán con su candidatura en cualquier circunstancia. La segura impugnación que plantearán contra el expresidente sería finalmente resuelta por la Corte Suprema.

La actitud de la Corte, cuando se trata de cuestiones políticas, es impredecible, pero sin dudas entrará a jugar la relación de fuerzas entre poderes fácticos y es difícil que sus integrantes se arriesguen a colisionar al mismo tiempo con el presidente de la República en ejercicio, con el Partido Colorado y con la cúpula del PLRA.

La posibilidad de que el Frente Guasu impulse una resistencia ciudadana contra la impugnación a la candidatura de Lugo no parece sostenible a mediano o largo plazo. Si no lo hicieron cuando estaban en el poder, no es creíble que lo hagan ahora, a menos que se desate una crisis muy grande en el Gobierno.

La alternativa que se menciona en otros sectores de izquierda es la del actual intendente de Asunción Mario Ferreiro. Sin embargo, no es una alternativa que respalde el luguismo, ni siquiera por descarte. Además, abandonar el barco anticipadamente sería para Ferreiro faltar a su palabra, dando la imagen de una huida que dejará mucho a medio hacer, cuestiones que lo dejarán muy vulnerable a los ataques del oficialismo.

El PLRA, comandado ahora por Efraín Alegre ensaya una fórmula con Ferreiro como vice, pero la jugada parece muy arriesgada y con pocas posibilidades de éxito.

En el oficialismo, el senador Galaverna ha emprendido en estos días una suerte de cruzada por la “paz partidaria” entre cartistas y disidentes. Es obvio que la iniciativa no tiene posibilidades de éxito a corto ni mediano plazo. Quienes apoyan la figura del senador colorado Mario Abdo Benítez como alternativa al cartismo saben que gran parte de su encanto electoral tiene que ver con mostrarse siempre alejados del presidente.

El escenario político que imaginan como ideal los disidentes del Partido Colorado es que Abdo Benítez derrote al candidato cartista en las internas y que el mandatario se vea obligado a respaldarlo para las elecciones en 2018.

Ese escenario ideal de los colorados se complementaría con una oposición dividida: el Frente Guasu sin Lugo y con un candidato simbólico y un candidato liberal, que puede ser Alegre, con una dupla “progresista”.

Todo esto supone de parte del presidente de la República cierta conducta serena y racional que no ha demostrado en muchas circunstancias y también que los sectores de la oposición cometan varios errores estratégicos.

Asimismo, obvia el amplio contexto de los imprevistos que caracterizan a la disputa política en Paraguay, en las últimas décadas.

mcaceres@abc.com.py

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