Dejar de robar en nombre del partido

En un discurso improvisado en la ciudad de Itá, el presidente Horacio Cartes exclamó: “Basta de robar en nombre de los partidos políticos, de nombrar y no hacer nada”. Esta sencilla frase del Jefe de Estado plantea varias interrogantes, ya que su simple exteriorización no constituye revelación alguna de algo que es obvio para todos.

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¿A quién o quiénes está dirigido este “mensaje” del Presidente? Naturalmente no está dirigido a sus amigos correligionarios del movimiento que lidera, Honor Colorado, puesto que si se tratara de ellos, lo adecuado sería convocarlos en privado para hacer esta misma advertencia, sin necesidad de que tome estado público el hecho de que estén robando y hayan sido descubiertos. 

Habla de “robar”, por tanto habla de un delito y luego se refiere a “nombrar sin hacer nada”, aunque en realidad con “nombrar” al parecer se refiere a invocar a los partidos para robar. 

Entonces el Presidente de la República no solo sabe que se estuvo robando al pueblo, sino que sabe también que se sigue robando, pero no se refiere solo a su partido, sino a más de uno (“...en nombre de los partidos”). 

El problema es que él es quien nombra a los principales ordenadores de gastos de la nación que ahora son todos colorados y cartistas, luego están los gobernadores colorados y no colorados (se desprendió uno más del cartismo) y después están los intendentes, la mayoría de los cuales pertenece a la ANR y al movimiento político del Presidente. 

¿Se refería entonces a los gobernadores e intendentes no colorados y a colorados que no son de Honor Colorado? Luego uno no puede dejar de preguntarse: ¿y qué espera para denunciarlos pública y formalmente ante los estrados pertinentes, con nombres y apellidos?

Si “basta de robar en nombre de los partidos políticos” es para todos, no nos sirve de nada, si no va acompañado de acciones y resultados concretos contra la corrupción, y que en este caso debe comenzar con una autocrítica para que la exclamación del Presidente de la República no pase de un mero discurso efectista, pero sin consecuencia alguna para los ladrones. 

“Dejen de robar” es un reclamo ciudadano ante tanta corrupción, pero este es un cartel ciudadano, no una acción de gobierno. El Presidente no es un manifestante que pueda portar ese cartel en un espacio público. Él es nuestro máximo representante con mayores responsabilidades, atribuciones y poder real que cualquier ciudadano. Él tiene el deber de hacer cumplir la Constitución que exige corrupción cero. 

De modo que en la próxima oportunidad nos gustaría escuchar del Presidente, en vez de decir algo que nosotros podemos hacer (reclamar) que nos informe qué se ha robado, dónde y cuándo, quiénes y dónde fueron a parar los ladrones públicos. De lo contrario, podría ocurrir con él lo que él mismo criticó en su discurso: dejar que se robe sin hacer nada para evitarlo.

ebritez@abc.com.py

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