El contexto internacional 2015

Estados Unidos, luego de la crisis del 2008 que impactó a escala planetaria, empieza a mostrar signos de recuperación económica. Europa, por su parte, se encuentra estancada desde hace casi diez años, pese a los esfuerzos de la “locomotora” alemana; Japón, no puede reponerse pese a la política monetaria implementada para lograr su reactivación y se prepara para una fuerte expansión de política fiscal, enfrentándose a una trampa de liquidez.

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Brasil, nuestro más importante socio comercial, ha caído en recesión. El gigante asiático, China, se ha desacelerado dejando en entredicho su “milagro de crecimiento” a largo plazo, lo que supondría una importante merma en las compras de los commodities latinoamericanos.

Lo relevante para nuestro país es que aún cuando se siga exportando en el nivel esperado, los precios en el mercado internacional de los commodities van mostrando una tendencia a la baja. Se suma a esto, y luego de la recuperación norteamericana avalada por la disminución del desempleo, la muy posible decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) de elevar las tasas de interés el año entrante.

De darse las mencionadas situaciones, el efecto sería una cada vez mayor cantidad de capitales migrando hacia la economía norteamericana, lo que implicaría una disminución de inversiones e ingresos de divisas en nuestra región. Estos muy posibles escenarios no son para tomarlos a la ligera, más aun cuando Paraguay tiene uno de los flujos de inversión extranjera más bajos del continente.

Destacables son las inversiones internas y externas destinadas hacia la industria agroalimenticia, especialmente en la tan denostada soja. El efecto multiplicador de este producto ha resultado positivo para las familias campesinas. Su cultivo es preferido por pequeños y medianos productores en propiedades desde cien a mil hectáreas, con valor agregado de importantes puestos laborales en las agroindustrias.

La demanda mundial de alimentos crece exponencialmente. El consumo crece a medida que millones de familias van accediendo a mejores condiciones de vida. Nuestro país puede hacer todavía más por el lado de la oferta. De hecho, se avanzó a pasos agigantados. En efecto, hoy estamos ubicados en la escala mundial en puestos nunca antes logrados. Ocupar el 7º lugar como mayor exportador de carne, 6º como exportador en el ranking mundial o 5º como productor mundial de soja no son resultados de la improvisación, sino del esfuerzo continuo y de la inversión de tecnología y capitales.

En el 2015 los shocks externos afectarán y hasta golpearán de distintas maneras a los países. Paraguay debe estar preparado para enfrentarlos. Lo peor sería seguir mirando hacia adentro, dando prioridad a los conflictos internos sin propuestas ni de debates públicos de alta relevancia, sobre todo, cuando nuestro producto interno bruto (PIB) se caracteriza por su volatilidad que se traduce en contracciones y expansiones cíclicas.

El contexto internacional, además, impacta sobre la sostenibilidad de las finanzas. Las recaudaciones tributarias no pueden seguir el régimen de gastos en personal burocrático, aún con la ley de responsabilidad fiscal que las pretende contener.

Para Paraguay, en suma, el contexto internacional se presenta como una oportunidad. Para lograrlo deberá mostrarse al mundo como un país de instituciones fuertes, estables, con plenas garantías a la propiedad privada, economía de mercado y seguridad jurídica.

(*) Decano de Currículum UniNorte. Máster Economía SCM University (Suiza).

Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado” y “Cartas sobre el liberalismo”.

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