El quebracho de don Bracho

Hace muchos años, en tierras chaqueñas, un grupo de amigos idearon la forma de rendir culto a la amistad y fruto de ello es que cada 30 de julio se festeja. No es difícil imaginar que en esa época, y con las condiciones paupérrimas de medios de transporte (casi igual que ahora), el lazo de unión habrá sido como el quebracho, bien fuerte. Condiciones climáticas adversas, mucho trabajo y las escasas comodidades chaqueñas habrán contribuido para que la amistad creada dure toda la vida.

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Por suerte el dengue no existía y hoy hasta el mosquito es muy amigo nuestro. Es amigo el que nos provee un cargo para tener un sueldo y, por esas coincidencias tan criollas y añejas, muchos asalariados son familiares. Acá se cumple muy bien eso de: la caridad empieza por casa.

Los lazos de amistad se van modificando de acuerdo al calendario de elecciones. Surgen amigos coyunturales mientras que van desapareciendo los otros amigos de muchos años. Los intereses comunes son comunes intereses pecuniarios, donde todos son amigos del dinero. Si eso no es así pregúntenle al presidente del Congreso o al de la Función Pública con cuántos amigos menos quedaron en estos días.

En breve muchos estarán muy cerca de ser nuevamente amigos del pueblo. Las elecciones municipales se acercan y los candidatos estarán “preocupados” por las condiciones en que viven los compatriotas, “interesados” por el exceso o la escasez de agua y vamos a sintonizarles a los mandamases “ansiosos” por los paraguayos que viven en el exterior para que vengan sus votos y no el exiliado. La “preocupación” también se centrará en que terminará la inseguridad y se entregarán salud y remedios gratuitos, una educación comparable a la de Finlandia, habrá fuentes de trabajo, puentes, rutas y otras paladas iniciales mentirosas iguales a las que sirvieron para tirar la plata hacia sus bolsillos. Ante esta otra duda, pueden revisar la pala cargadora que usaron los vergonzosos “amigos” en el MOPC del gobierno que se fue.

Si el amigo está para “valernos de él” ¿la amistad no es interesada? Depende del lado del mostrador. Si estamos en el poder, la amistad debe ser sincera, desinteresada y permanente. Para los otros, el ser amigo significa que nos “tiren uno$ centro$” para poder vivir mejor, sin importar la legalidad, la ética ni la honestidad.

Cada 30 de julio, desde el año 1958, se festeja en el Paraguay el Día de la Amistad, tarea llevada adelante por el doctor Ramón Artemio Bracho, un médico que residía en Puerto Pinasco, Chaco paraguayo, curando a los que producción el tanino, producto extraído del quebracho (Schinopsis balansae), uno de los árboles de gran dureza. El nombre deriva de “quebrar el hacha”, denominación impuesta por los argentinos norteños quienes también quebraron hachas por el tronco de este rígido árbol.

El 20 de julio de 1958, durante una cena entre amigos de Puerto Pinasco, el Dr. Bracho sugirió el festejo y desde ese día se fue insistiendo a las Naciones Unidas que reconozca esa fecha como el Día Internacional de la Amistad. Por fin, el 27 de julio del 2011, las NN.UU. determinaron al 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad.

En este país, el amiguismo es una exigencia mínima y necesaria para conseguir un cargo, un sueldo o para firmar en una jugosa planilla estatal como chofer, niñera, casero, tener 7 títulos y “hablar” en inglés sin saber el elemental español, ascensorista, secretaria, telefonista, recomendado o para ser un simple pero oneroso director de fotocopiado$.

Fueron recordados el pasado miércoles los amigos invisibles, pero no nos olvidemos de estos enemigos visibles y corruptos que tiene el Paraguay a quienes habría que cortarles el chorro con el hacha del quebracho del doctor Bracho...

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