¡Este Jaeggli!

En “carta al director”, publicada ayer, Alfredo Jaeggli dibujó con exactitud su geografía moral. Le bastaron las primeras cuatro líneas para decir dos gruesas mentiras: que se le acusa por deber al Estado 40 millones de guaraníes.

Cargando...

Difundir documentos no es acusar. Además, fue la Procuraduría General de la República la que presentó la demanda y el juez Hugo Becker dictó la sentencia.

La otra mentira es que debe al Estado 40 millones. Firmó 10 pagarés que totalizan ochenta y un millones ciento veinte mil guaraníes para retirar un tractor, destinado a los agricultores de escasos recursos. Nunca pagó ni un centavo.

Por su resolución, ajustada a derecho, Jaeggli trata de “venal” al juez. O sea, “vendible o destinado a la venta”.

Sigue con sus mentiras: “...no creo que nadie pueda creer que yo necesité de hacerme de un tractor pequeño sin tener que pagarlo, no es el caso”. Pues, es el caso. El 23 de mayo de 2000 firmó con el Ministerio de Agricultura un contrato según el cual se le “vende y entrega” un tractor, arado disco, etc. Si no necesitaba el tractor ¿para qué lo compró? ¿Para venderlo? ¿Para congraciarse con algún comité de agricultores? Como sea, el único deudor es Alfredo Luis Jaeggli.

Más adelante dice que para defenderse judicialmente de la persecución y ensañamiento del “bebedor de arsénico” (¿seré yo?) demandará “también a quien presta su prensa (¿Aldo Zuccolillo?) para que divulgue su resentimiento”.

Pedirá, dice, 40.000 millones de guaraníes “por ser perseguido”.

Si gana el pleito me veré obligado a prestarle a Zuccolillo 20.000 millones de guaraníes. Será el único y pequeño inconveniente que he de afrontar. Por lo demás, pagaría con gusto con tal de que Jaeggli salde su deuda.

Donde su delirio alcanza una proyección mental peligrosa es cuando se ofrece a financiar “a las personas que también se sienten perseguidas y no tienen los medios” para pelearse en la justicia contra la prensa. Les pide que se pongan en contacto con él.

De acuerdo con las publicaciones, la prensa solo “persigue” a los corruptos, a quienes se quedan con el dinero del Estado, a quienes dejan sin tierra y sin rancho a los agricultores pobres, etc.

Dice que delaté a mis camaradas “para que sean torturados”. Pero tales camaradas –los comunistas– no solo fueron torturados, también asesinados, desaparecidos, sufrieron toda suerte de barbaridades en manos de Pastor Coronel, el amigo íntimo de Alfredo Luis Jaeggli, según los documentos que están en el Archivo del Terror. También mi nombre figura en ese archivo, pero como víctima.

¿Qué sentido tiene ahora que Jaeggli se acuerde de los torturados? ¿Por qué no lo hizo antes cuando su amigo Pastor Coronel masacraba a dignos ciudadanos?

Jaeggli se despide del director del diario con este párrafo: “Con la estima de siempre, y pidiéndole que no me chicanée la publicación de esta carta, como ocurrió en mi anterior que me colocó en la página 34 abajo y a la izquierda, le saludo cordialmente”.

Sospecho que Jaeggli no se enfada por el número de la página sino porque su carta se publicó a la izquierda.

Por último, en su escrito de ayer no hay una sola palabra que vaya a hacernos pensar que tiene el propósito, por lo menos lejano, de finiquitar su deuda. Al contrario, se aferra en su negativa cuando los documentos le desmienten sin asomo de dudas.

No es con insultos como se levantan los pagarés.

En estos días santos Jaeggli debería poner la mano sobre el corazón –que para su desgracia lo tiene a la izquierda– y con sincero arrepentimiento honrar su obligación sin proferir malas palabras contra el juez ni los periodistas. Que este sea su sacrificio cristiano por Semana Santa.

alcibiades@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...