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Las obras viales supuestamente traen desarrollo a las comunidades, pero gracias a la inacción y desidia del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) solo llevan al atraso y a un pasado sin retorno.
Como ejemplo en el departamento de Cordillera, el MOPC lleva adelante una gran cantidad de obras viales que tiene años de atraso y que hace que las comunidades afectadas no puedan desarrollarse económica y socialmente como deberían.
Los pobladores de las compañías Yhakã Roysã, Itaybú Guazú, de Caacupé y Paso Hû, Cañada y Cordillerita, de Piribebuy, por ejemplo, llevan nueve años esperando que la cartera estatal se digne a concluir la vía de 16,6 kilómetros que cruza por la zona. La construcción de empedrado fue adjudicada en 2008 al consorcio Tembiapo Porã, que hace seis años abandonó el proyecto y su contrato fue cancelado.
El empedrado de 23 kilómetros entre 1º de Marzo y Arroyos y Esteros también tiene nueve años de retraso. Los trabajos están a cargo de la empresa B&B Construcciones, de Enrique Barrail, con un contrato por G. 20.000 millones, de los cuales se cobraron G. 17.000 millones.
El tramo actualmente está intransitable y la situación genera muchos inconvenientes a los cañicultores de la zona en esta época de zafra.
La vía de 78 km conocida como “corredor de la producción” y que une Carayaó, Cleto Romero, Colonia Regina Marecos y Juan de Mena, hasta Ruta 3, tampoco concluye pese a haber iniciado hace 8 años.
Estas obras tienen algo en común, fueron llevadas adelante en forma improvisada, durante una fiebre de paladas iniciales. A esto se sumó que las actuales autoridades tampoco fueron capaces de dar respuesta.
desire.cabrera@abc.com.py