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A 48 horas del tradicional duelo, Astrada comenzaba a sacar ventajas sobre el enconado rival.
1) El “Chico” Díaz. El DT presionó para que pueda contar con su mejor jugador y más desequilibrante del momento, a solo cuatro días de iniciar el Sudamericano Sub 17. Sergio Díaz fue liberado de la Albirrojita y fue el que definió el clásico, ya que a él le hicieron el penal.
Astrada consiguió el primer objetivo y lo hizo ante el propio titular de Olimpia, Marcos Trovato, quien es el presidente del Comité Organizador Local del Suda 17. En tiempos de Osvaldo Domínguez no creo que se hubiera conseguido la liberación del juvenil.
2) Presión a árbitros. En la previa, el DT azulgrana habló de que sus rivales estaban siendo favorecidos por los árbitros y esperaba que esta vez las decisiones de los jueces le sonrían a su equipo. La presión surtió efecto. Enrique Cáceres le concedió un penal y al rival le privó otro, el de Bruno Valdez a Iván Torres.
3) Autoestima. Astrada insinuó que se iría tras el clásico, sin importar el resultado, y despotricó contra sus propios dirigentes. Con esto consiguió que sus jugadores se jugaran la vida por él en el clásico, ya que denunciaron toda su garra y amor propio para mantener el 1-0, pese a la superioridad del rival en el tramo final. Además, logró que el mismo presidente Juan José Zapag le renovase la confianza y hasta que le “declarara” su amor.
4) También ganó en otra cancha. Las declaraciones de Astrada igualmente sirvieron para predisponer no solo a los árbitros del clásico, sino a otros, como los que conformaron la terna del partido Libertad-Guaraní. En Tuyucuá, con el marcador 1-1, al local no le dieron por válido un gol legítimo y en la jugada siguiente el aborigen puso el 2-1. Pese a que el triunfo fue merecido para Guaraní, ese gol que no subió al marcador podría haber cambiado el panorama. La presión de Astrada hizo perder a otro rival directo en la lucha por el título.
¿Lo que hizo Astrada está correcto?
Es una astucia, está permitida y la jugada le salió redondita. Pero es un argumento que en la Liga Premier inglesa es castigado con multas millonarias. Que lo diga José Mourinho, el DT del Chelsea, quien por insinuar que los árbitros les perjudican y que persiguen a sus jugadores, es multado cada semana y está por alcanzar a Mario Balotelli. El ahora jugador del Liverpool tiene el récord de multas, pero en infracciones de reglas de tránsito, exceso de velocidad y mal estacionamiento.
silverio@abc.com.py