Lo ocioso puede ser sagrado

Las cenizas del Tte. Adolfo Rojas Silva, primer mártir de la Guerra del Chaco, fueron depositadas en febrero pasado en el Memorial de los Defensores del Chaco, en el Cuartel de la Victoria ubicado en Reducto, San Lorenzo.

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En el sitio conmemorativo –-inaugurado en 2015– también reposan los restos de 502 soldados que defendieron el Chaco Paraguayo entre 1932 y 1935 y que regresaron para contar la historia.

En cualquier otro país del mundo sería un parque nacional, un monumento histórico, un sitio sagrado preservado para que las generaciones futuras puedan honrar la memoria de los que ofrendaron su vida por la Patria.

Sin embargo, para el senador del Frente Guasu Carlos Filizzola, “es un predio ocioso que no cumple ninguna función”. Lo dijo para argumentar la desafectación del predio y entregarlo a supuestos “sintierras” o “sintechos” que invadieron, asaltaron y depredaron el lugar.

¿Dónde estaban anteriormente? ¿Cómo es que llegaron a bordo de doce ómnibus desde distintos puntos del departamento Central? Algo no cierra en este cuento que se da casualmente en vísperas de una elección y que tiene muchos avivados detrás.

El hecho de que en ese Cuartel ya no viva ningún excombatiente, lisiado, mutilado o veterano de la Guerra del Chaco no es excusa para borrarlo del mapa. Al contrario, debería motivar la preservación de un bosque en el que cada árbol represente a un soldado caído en defensa de nuestro territorio. Si los propios legisladores pisotean la Constitución y las leyes –aunque esto ya es una rutina–, lo más indignante es que lo hagan supuestos demócratas que se precien de defensores del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y el respeto a la institucionalidad en el país.

Durante la Dictadura de Alfredo Stroessner, los colorados se apoderaron de varias plazas y las convirtieron en seccionales y los amigos de las autoridades de turno se tragaron hasta los pasillos en el Cementerio de la Recoleta. Lo había denunciado el propio Carlos Filizzola, quien también había criticado –en ese entonces– que se hayan desmembrado el Jardín Botánico y el Parque Caballero. Aunque poco después olvidó sus discursos, porque también entregó la parte del Botánico que llegaba hasta el río en Viñas Cue.

En lugar de fomentar la creación de espacios verdes para toda la ciudadanía se deshonra a los héroes de la Patria. Entregar el predio del Cuartel de la Victoria para un loteamiento es un vejamen, un oprobio, un desprecio a la memoria de los Héroes del Chaco.

El patriotismo del que hablan nuestros legisladores es pura cháchara. En la práctica, todos se igualan por lo bajo por las ansias electoralistas y la cacería de votos a cualquier costo en época preelectoral.

¿Qué diferencia existe ahora entre obtener votos ofreciendo un kilo de galleta y un litro de aceite, como lo hacía Perla de Vázquez, y entregar un parque ecológico a cambio de un puñado de votos, como lo quieren hacer ahora Filizzola y Esperanza Martínez?

Las mercaderías se compran en un almacén de ramos generales, pero un bosque natural, un parque ecológico no tienen precio.

pgomez@abc.com.py

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