Nuevos ricos a la vista

El anuncio se hizo el viernes último y mañana ya se reúnen los intendentes y gobernadores para determinar en qué van a gastar el dinero. Son US$ 60.000.000 que nuevamente se desembolsarán para los gobiernos locales y regionales, supuestamente para financiar programas de inversión en infraestructura.

Cargando...

La plata proviene de los recursos que obtuvo el Tesoro Nacional como parte de la cancelación de la deuda Argentina con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). En efecto, la Argentina saldó el pasado jueves el remanente de su deuda con Yacyretá por la energía cedida por Paraguay, un pasivo que ascendía a los US$ 121.000.000. 

El gobierno de Mario Abdo Benítez informó que el 50% de ese monto se destinará a municipios y gobernaciones, mientras que el otro 50% al Tesoro Nacional.

Vayamos un poco atrás en el tiempo. Setiembre de 2012 cuando el entonces presidente Federico Franco avalaba la creación del Fonacide (Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo) con el objetivo de evitar que el dinero que se iba a recibir en compensación por la energía cedida al Brasil sean utilizados para fortalecer la educación. Municipios y gobernaciones recibieron con esto una ponchada de plata que fue dilapidada groseramente en la mayoría de los casos.

Se utilizaron en obras sobrefacturadas e inservibles, en construcciones precarias y, en algunos casos, para pagar sueldos de operadores políticos. La buena intención de mejorar la infraestructura en educación sirvió más que nada para crear nuevos ricos gracias a la creación de empresas de amigos a las que se adjudicaron las obras en dudosas licitaciones.

Casi 10 años después de la creación del Fonacide seguimos viendo a niños que dan clases bajo los árboles, ya que la plata fue manejada por intendentes sinvergüenzas que priorizaron sectores y escuelas en las que tenían y tienen mayor caudal de votos o en los que la directora es de su movimiento político. En otros casos vimos cómo de desplomaban los techos de las escuelas construidas con esa plata, a consecuencia de que nadie controlaba la calidad de las obras.

Ahora se abre nuevamente una canilla para el chorro de dinero hacia las gobernaciones y municipalidades. ¿Quién controlará el correcto uso de esos fondos? Está visto que la Contraloría no sirve para nada, menos el Tribunal de Cuentas y Hacienda solo supervisa la rendición de cuentas de los gastos. 

Una inyección de dinero es importante para la economía, en especial para la del interior del país, y aún más si va destinado a infraestructura. Sin embargo, lo que debemos procurar es un mecanismo de control eficiente y efectivo para que los recursos sean bien utilizados y que las obras sean realmente beneficiosas para la población y que este nuevo chorro de dinero no sirva, una vez más, solamente para crear nuevos ricos.

nelson@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...