¡UNA: NO TE CANSES!

Da pena ver lo solos que están los estudiantes de la Universidad Nacional. Por supuesto, la ciudadanía los apoya y, de hecho, la rebelión estudiantil planteó unos reclamos que desbordaron el ámbito académico y ya no son solamente del alumnado, sino de la gran mayoría de los paraguayos. “¡UNA no te calles!” se ha convertido en un verdadero símbolo.

Cargando...

Y sin embargo están muy solos, peleando contra unas autoridades académicas que, literalmente, les están tomando del pelo y utilizando su desproporcionada autoridad para dilatar, obstruir, maniobrar y, en resumidas cuentas, impedir cualquier reforma. Están muy solos, abandonados cuando no hostigados por fiscales y jueces. Están muy solos porque ni siquiera tienen un apoyo firme de la mayoría de los docentes.

Verdaderamente la situación de los estudiantes es penosa: Verlos estrellarse una y otra vez contra una maciza muralla de resistencia al cambio, creada por las autoridades académicas y apuntaladas por los poderes públicos, da tristeza.

En contrapartida, la actitud de los “herederos de Froilán Peralta” es una vergüenza en todos los sentidos. Los llamo “herederos de Froilán Peralta” porque no se me ocurre ningún otro motivo para la desvergonzada resistencia a cualquier reforma que el deseo de suceder al destituido y procesado rector y de heredar sus negocios. Algunos tenemos la esperanza de que, en lugar de sus negocios, hereden su destitución y similares procesos judiciales.

Digo que es una vergüenza en más de un sentido, porque no se trata solamente del abuso de autoridad y el maniobrerismo malintencionado, más propios de la politiquería barata que de la cúpula de una alta casa de estudios; sino también de la miseria moral de su actitud y la pobreza intelectual de sus argumentos.

Casi todas las autoridades académicas que han hecho declaraciones públicas han mostrado esa pobreza intelectual y rechazo a cualquier cambio; pero la palma se la lleva el decano, nada menos que de la Facultad de Filosofía, Ricardo Pavetti.

En una inverosímil entrevista que le realizó Radio Cardinal, Pavetti utilizó argumentos de un nacionalismo tan desubicado, fuera de contexto y tan obsoleto, que parecían escapados del tristemente célebre “La Voz del Coloradismo”. “Soy paraguayo en primer lugar”, o que entre los líderes de los estudiantes hay “varios extranjeritos”, que los estudiantes en rebeldía “tienen viáticos” y “van a relajarse a Camboriú” (como si Camboriú fuese algo así como La Costa Azul).

Pero algunas afirmaciones del “decano de Filosofía” van más allá de lo disparatado o lo ridículo y pasan directamente a ser demenciales, como “A la violencia hay que responderla con la violencia” o, inclusive, a lo delictivo, como “se están interceptando todas las comunicaciones de ellos”, ya que interceptar comunicaciones privadas es un delito penado por la ley.

Todas las frases entrecomilladas de los párrafos anteriores son textuales, aunque sea difícil de creer que las haya dicho el responsable de una facultad de Filosofía. ¿En serio enseña nada menos que Filosofía? Para rematar se vanaglorió de los programas de estudios “nacionales” de su facultad ¿Cómo es un programa de estudios “nacional” en filosofía, la más universal de las disciplinas? ¿Omite a Aristóteles porque es griego, a Descartes porque es francés o a Hegel porque es alemán?

Además, por lo visto, el decano no se ha dado por enterado del puesto que ocupa su universidad en las mediciones internacionales de calidad académica. Esas mediciones son un buen motivo para que no le gusten los “extranjeritos”, como por ejemplo los del Foro Económico Mundial (que serán extranjeros, pero no precisamente “extranjeritos”), que en su último informe sobre la educación superior asegura que, entre 140 países evaluados, Paraguay cayó del puesto 107, en el periodo 2007-2008, al puesto 112 en el periodo 2016-2017.

Como muestra basta un botón y esas declaraciones pintan de cuerpo entero la vergonzosa y desvergonzada cúpula de autoridades académicas, tanto en su accionar, que obstruye cualquier reforma, como en la falacia de sus argumentos y en la pobreza intelectual de sus razonamientos.

Ante todo esto solamente quiero decir a los estudiantes que, aunque estén solos en el campus, no lo están en el país. Que somos muchos, muchísimos, los ciudadanos que deseamos que no se callen y también que no se cansen ante la resistencia, tan pobre de argumentos como firme por su poder y persistente por su determinación, de los “herederos de Froilán Peralta”.

rolandoniella@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...