Urnas electrónicas

Que las elecciones internas y generales sean directas y no con listas cerradas y bloqueadas, y que además la votación sea electrónica y no con papeletas de la manera tradicional, significarán el fin de las cúpulas corruptas de la partidocracia. Y si le agregamos a ello el control efectivo e independiente de las fuentes de financiación electoral, esas cúpulas partidocráticas necesariamente deberán pasar a morar en las penitenciarías.

Cargando...

Elecciones directas, sin listas sábana; votación y escrutinio electrónico bajo estricto control de los participantes; y sanción eficaz por el uso de dinero sucio en los comicios tendrán como resultado el acceso de ciudadanos/as con verdadera vocación política a los cargos de representación y el retiro a cuarteles de invierno de quienes se consideran “dueños” de casi todos los cargos y por tanto con facultades de designar (ellos y no la ciudadanía) a quienes ejercerán los cargos electivos.

En estos dos párrafos se resumen las razones por las que la actual elite política se niega a abrir las compuertas para que la ciudadanía pueda elegir en vez de simplemente votar en los comicios, accediendo a la posibilidad cierta de colocar en los cargos electivos a quienes conoce y en quienes confía. Actualmente vota sin conocer y por ende sin confiar, pero los profesionales del engaño se encargan de explotar la confianza que la gente tiene en “su” partido.

Ahora que la Facultad de Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción está en condiciones de proveer a las instituciones, concretamente a la Justicia Electoral, las herramientas electrónicas necesarias para que la ciudadanía pueda desbloquear las listas sábana, eludiendo el poder ilegítimo de los dueños de movimientos y partidos de colocar en las listas a los “elegibles”, ya no hay pretexto de factibilidad técnica, de tiempo ni de presupuesto para seguir sosteniendo el actual sistema.

En el mundillo del conocimiento, inclusive de la especialización, en la materia electoral existe toda una casta de “expertos” que viven como potentados con la simple fórmula de avalar o resistir los cambios en procedimientos electorales. La biblia de esta casta es: “no existe un sistema perfecto, lo que es bueno aquí, puede ser malo allá”, y de esa forma se convierten en aliados de los grupos políticos hegemónicos que expropian la voluntad popular con sistemas fáciles de cambiar.

De manera que no sería extraño que en poco tiempo tengamos en la agenda los cuestionamientos de “especialistas” a la idea de los docentes y estudiantes de la Facultad de Politécnica de proveer de urnas electrónicas made in Paraguay a la Justicia Electoral. Muchos de nuestros expertos locales ya demostraron ser absolutamente funcionales a la casta maldita de la elite política, de la cual la ciudadanía no solamente está harta sino podrida, realmente.

Los dueños de la representación política están quedando fuera de foco con sus listas sábana, el rechazo al control del dinero en las internas partidarias y el atraso en materia de tecnología electoral. Están descuidando tres factores que mañana los pondrán de patas en la calle: 

1. El desarrollo de la tecnología es inevitable y la dependencia que tiene de ella la gente es indetenible.

2. El avance de la madurez cívica de la ciudadanía. 

3. La incorporación masiva de jóvenes al padrón.

Si no hay cambio en un plazo breve, estos factores encontrarán la forma de intervenir en favor de una mejor representación y una democracia de mayor calidad, en las cuales los usurpadores de la voluntad popular no tendrán cabida más que como piezas descartables.

ebritez@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...