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En tanto que otros cinco miembros de la organización criminal, cuatro peruanos y un argentino, ya fueron plenamente identificados. Robaron G. 650 millones en dos golpes.El detenido fue identificado como Luis Enrique Benítez (21), domiciliado en Julio César Franco casi Cerro Corá del barrio Santa María, quien utilizaba el alias de "Jaboncito".
El sospechoso tiene un familiar cercano que supuestamente trabaja en la empresa Protek, quien le proveía de datos exactos sobre los cajeros y la cantidad de dinero que contaba cada uno de ellos, según la Policía.
Al respecto, Protek emitió un comunicado en el que la firma se pone a disposición de los investigadores para aclarar el caso.
Tras la detención del joven, la Policía identificó al resto de la banda.
Se trata de cuatro peruanos, de nombre Jhon Rivas, alias "Jota", Jhon Barbaran León, alias "El Wilo", Javier Rivas Palacios, y uno que solo es conocido con el apodo de "Tiburón".
En tanto que el quinto integrante sería un argentino, individualizado como Orlando Giménez, alias "El Zapatón", según informó ayer de mañana el jefe de la sección Robos y Hurtos de Investigación de Delitos, subcomisario Tomás Paredes Palma.
Todos los extranjeros que fueron identificados por los investigadores ya cuentan con orden de captura, firmada por el fiscal Augusto Ledesma Sánchez de Luque, señalaron las fuentes.
Según los investigadores, Luis Enrique Benítez era el encargado de realizar el seguimiento de los cajeros.
Su misión consistía en informar cuando eran recargados los aparatos.
El resto de la banda entraba y salía constantemente del país a través del aeropuerto "Silvio Pettirossi" y utilizaban vehículos alquilados para movilizarse.
Los investigadores llegaron a identificar a los miembros de la banda, gracias a que Rolando Benítez utilizó parte del botín que le tocó del primer golpe para regalarle una camioneta Nissan Terrano blanca a su padre, Ángel Giménez Saucedo (52), quien fue demorado días atrás cerca de su casa de la compañía Potrero de Itauguá.
La banda utilizó un soplete denominado "Electrodos Lanza Térmica" que combina electricidad y oxígeno para producir un calor de 5.500 grados en la punta del electrodo, capaz de perforar todo tipo de metal en cuestión de segundo. Todo el equipo puede ser transportado en una valija de mano, concluyeron las fuentes.
El sospechoso tiene un familiar cercano que supuestamente trabaja en la empresa Protek, quien le proveía de datos exactos sobre los cajeros y la cantidad de dinero que contaba cada uno de ellos, según la Policía.
Al respecto, Protek emitió un comunicado en el que la firma se pone a disposición de los investigadores para aclarar el caso.
Tras la detención del joven, la Policía identificó al resto de la banda.
Se trata de cuatro peruanos, de nombre Jhon Rivas, alias "Jota", Jhon Barbaran León, alias "El Wilo", Javier Rivas Palacios, y uno que solo es conocido con el apodo de "Tiburón".
En tanto que el quinto integrante sería un argentino, individualizado como Orlando Giménez, alias "El Zapatón", según informó ayer de mañana el jefe de la sección Robos y Hurtos de Investigación de Delitos, subcomisario Tomás Paredes Palma.
Todos los extranjeros que fueron identificados por los investigadores ya cuentan con orden de captura, firmada por el fiscal Augusto Ledesma Sánchez de Luque, señalaron las fuentes.
Según los investigadores, Luis Enrique Benítez era el encargado de realizar el seguimiento de los cajeros.
Su misión consistía en informar cuando eran recargados los aparatos.
El resto de la banda entraba y salía constantemente del país a través del aeropuerto "Silvio Pettirossi" y utilizaban vehículos alquilados para movilizarse.
Los investigadores llegaron a identificar a los miembros de la banda, gracias a que Rolando Benítez utilizó parte del botín que le tocó del primer golpe para regalarle una camioneta Nissan Terrano blanca a su padre, Ángel Giménez Saucedo (52), quien fue demorado días atrás cerca de su casa de la compañía Potrero de Itauguá.
La banda utilizó un soplete denominado "Electrodos Lanza Térmica" que combina electricidad y oxígeno para producir un calor de 5.500 grados en la punta del electrodo, capaz de perforar todo tipo de metal en cuestión de segundo. Todo el equipo puede ser transportado en una valija de mano, concluyeron las fuentes.