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Una avioneta monomotor Cessna con bandera boliviana y matrícula CP2576 fue totalmente consumida por las llamas en la zona de Toro Pampa, en un establecimiento ganadero ubicado a 90 kilómetros de Fuerte Olimpo (Alto Paraguay), hacia el centro del Chaco. La Policía cree que el avión pertenecía a narcos y que fue quemado para borrar evidencias relacionadas al tráfico de drogas.FUERTE OLIMPO, departamento de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). El avión realizó un aterrizaje de emergencia presumiblemente debido a desperfectos mecánicos, el viernes cerca de las 18:30, dentro del establecimiento ganadero "Niño Jesús", propiedad de la brasileña Dirce Sánchez Samora.
La avioneta aterrizó en un potrero de la estancia, entre pastizales, a unos cinco kilómetros de las viviendas de los administradores y peones. Arnaldo Mongelós, encargado del lugar, comentó que una hora después del aterrizaje aparecieron dos personas extrañas por la casa, quienes presumiblemente eran ocupantes de la nave. Una de ellas solicitó utilizar el teléfono y quiso adquirir una motocicleta. Ofreció al personal de la estancia 5.000 dólares por su silencio.
Mongelós rechazó el ofrecimiento y encomendó a un personal con destino a la comisaría de Toro Pampa, distante unos 20 kilómetros, para informar a las agentes.
Esta situación alertó a los desconocidos, quienes emprendieron una acelerada fuga a pie, internándose hacia los montes del lugar.
Alrededor de las 20:00 llegaron tres policías y fueron llevados al lugar donde cayó la avioneta. Extrañamente nadie quedó a custodiarla.
Ayer al amanecer se trasladaron al lugar más efectivos, al mando del Crio. Alberto Caballero, de la jefatura policial. Cuando la comitiva estaba por llegar al sitio se percató de que la máquina estaba en llamas.
El jefe policial, al tiempo de recriminar a sus subordinados por no custodiar la nave, dijo que abrirán sumario a todo el personal que participó de la intervención.
El encargado de la estancia dijo que en la noche del viernes informó a los policías que las dos personas extrañas en todo momento solicitaron fósforo o encendedor, presumiblemente para la quema del avión.
Cuando el avión aún estaba entero, los policías incautaron algunos documentos de su interior. En una de ellas se detalla el nombre del piloto Roly Martínez Méndez y de un pasajero Jorge Rivero Koña. En lo que sería el título de la nave, se lee el nombre de Thomas Robert Dietze, de Santa Cruz, Bolivia, como el dueño.
Se describen también un sello en cuyo centro dice "Umopar aeropuerto Hangar", y en sus alrededores la frase "Dirección General de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico".
La avioneta aterrizó en un potrero de la estancia, entre pastizales, a unos cinco kilómetros de las viviendas de los administradores y peones. Arnaldo Mongelós, encargado del lugar, comentó que una hora después del aterrizaje aparecieron dos personas extrañas por la casa, quienes presumiblemente eran ocupantes de la nave. Una de ellas solicitó utilizar el teléfono y quiso adquirir una motocicleta. Ofreció al personal de la estancia 5.000 dólares por su silencio.
Mongelós rechazó el ofrecimiento y encomendó a un personal con destino a la comisaría de Toro Pampa, distante unos 20 kilómetros, para informar a las agentes.
Esta situación alertó a los desconocidos, quienes emprendieron una acelerada fuga a pie, internándose hacia los montes del lugar.
Alrededor de las 20:00 llegaron tres policías y fueron llevados al lugar donde cayó la avioneta. Extrañamente nadie quedó a custodiarla.
Ayer al amanecer se trasladaron al lugar más efectivos, al mando del Crio. Alberto Caballero, de la jefatura policial. Cuando la comitiva estaba por llegar al sitio se percató de que la máquina estaba en llamas.
El jefe policial, al tiempo de recriminar a sus subordinados por no custodiar la nave, dijo que abrirán sumario a todo el personal que participó de la intervención.
El encargado de la estancia dijo que en la noche del viernes informó a los policías que las dos personas extrañas en todo momento solicitaron fósforo o encendedor, presumiblemente para la quema del avión.
Cuando el avión aún estaba entero, los policías incautaron algunos documentos de su interior. En una de ellas se detalla el nombre del piloto Roly Martínez Méndez y de un pasajero Jorge Rivero Koña. En lo que sería el título de la nave, se lee el nombre de Thomas Robert Dietze, de Santa Cruz, Bolivia, como el dueño.
Se describen también un sello en cuyo centro dice "Umopar aeropuerto Hangar", y en sus alrededores la frase "Dirección General de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico".