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La diputada admitió que la gente está muy pendiente del caso Ibáñez, y esta semana esperan que se resuelva. Recordó que su colega analizó con su bancada todas las aristas lo que le viene pasando y lo que viene viviendo con su familia. Dijo que desconoce la renuncia por la seguidilla de casos que podrían darse luego de Ibáñez, e indicó que son otro tipo de cuestiones.
El miércoles pasado, el diputado se había reunido con varios líderes de bancada para comentarles su intención de renunciar al cargo y la exposición que ya tiene su familia. Pero varios de sus colegas le pidieron que “aguante un poco más” la presión social que estaban sintiendo. La reunión con los diputados se dio antes de la sesión del miércoles último. La posibilidad de que Ibáñez renuncie provocó una crisis institucional que desembocó en la falta de quorum de la sesión prevista para ese día.
Otra prioridad
Narváez mencionó que no pudieron reunirse con el presidente electo Mario Abdo Benítez (quien se encuentra ahora en EE.UU.) para analizar el caso Ibáñez, pero sí mantuvieron un encuentro para tratar “cuestiones fundamentales”. Justificó diciendo que Marito está muy atareado por la designación del gabinete.
Añadió que indudablemente deberían hablar Abdo del tema que genera indignación de la ciudadanía. Se refirió a que Ibáñez no fue condenado, pese a que admitió en juicio que le robó el Estado. “Esta semana se tiene que resolver en un sentido o en el otro”, añadió.
No quiere juzgar
El titular de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas (ANR, abdista), se lava las manos sobre la responsabilidad que puede tener y declaró que no quiere ser juez y parte en el caso de su colega Ibáñez. Alegó que es presidente de un cuerpo colegiado.
Indicó que una vez que el pedido de pérdida de investidura se trate en la Cámara (se necesitan 20 votos), allí él acompañará lo que decida el pleno. Se requiere el voto de 53 diputados para destituirle a Ibáñez.