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“En el Congreso siempre hubo burros, pero el único caso de uno que rebuzna todos los días es el de él”, indicó Ortiz.
El legislador no descartó en ese momento pedir la expulsión de Portillo, alegando que había que analizar si por tener un voto valía la pena aguantar “desplantes” y que diga una cosa y al día siguiente otra y que niegue a su hermano. Apuntó que tenían un compromiso con la ciudadanía y todos estaban soportando los embates por esta situación.
En el mismo sentido, Gregorio Alvarenga, líder de la bancada había dicho que Portillo prometió el lunes renunciar y luego se desdijo. También mencionó la posibilidad, en caso de que no renunciara, de retirarle la confianza o expulsarlo.