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CURUGUATY, Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal). El denunciante dijo ante la Fiscalía que los agresores lo obligaron a desistir de la denuncia, pero al resistirse fue golpeado.
A simple vista se puede observar rastros de mucha violencia (moretones) en diversas partes del cuerpo de Jacobo Bueckert Fehr (21), producido con látigo de correa de máquina y cable trenzado. Consideran que el castigo es muy exagerado, teniendo en cuenta que podrían llegar a matar, por lo que existe un temor generalizado en la zona y piden que el fiscal Néstor Cañete tome intervención en forma urgente, revelaron.
Según el abogado Leovaldo Francisco de Asís, el violento episodio ocurrió el domingo alrededor de las 22:30 en la vivienda de los abuelos de la víctima, ya que no tiene padres en Nueva Durango, cuando su cliente fue obligado a desistir de una denuncia anterior en donde había sido sorprendido por un grupo de pa’i utilizando teléfono celular y escuchando radio en la calle, dijo.
Se practica tortura
En esa comunidad se practica la tortura humana, esclavitud y colonialismo, lo que la Constitución del 92 prohíbe. Le tienen a la gente esclavizada allí, privado de su libertad. Ellos no pueden asistir al velatorio de sus familiares. “Los torturados son: Jacob Redecob, Isaac Wall, Peter Redecob y Jacob Tiessen. Vamos a denunciar ante las comisiones de Derechos Humanos. Hay muchas personas que no denuncian porque son amenazadas, extorsionadas y coaccionadas”, refirió.
Por su parte, la víctima refirió que los agresores le obligaron a retirar una denuncia anterior que Jacobo había presentado ante la fiscalía, pero se opuso y comenzó la agresión. “Ellos querían que yo retire la denuncia, le dije que no iba a retirar y por eso me torturaron durante varias horas y luego me escapé”, señaló ayer en la sede de la Fiscalía antes de ratificarse en su denuncia.