Diputada Villalba hace lo que quiere en Canindeyú

La diputada colorada María Cristina Villalba, sospechosa de otorgar la protección a la organización del narcotraficante e intendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta Marques, supuesto mandante del crimen del periodista Pablo Medina, ejerce un control absoluto del departamento de Canindeyú al presionar a jueces, fiscales y policías. Se trata de una de las personas más influyentes de la región y, según vox pópuli, recibe altos dividendos de las actividades ilícitas en la zona. La legisladora dejó “plantados” ayer a productores para no hablar de la narcopolítica.

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Conocida por sus influencias, la diputada colorada Cristina Villalba es quien digita los funcionarios para ocupar cargos en el Ministerio Público, el Poder Judicial y la Policía.

De esa forma ella otorga una protección política absoluta a cambio de lealtades y beneficios económicos, según los datos manejados.

En ese sentido, la impunidad que la parlamentaria otorgaba incluso llegaba a organizaciones criminales como la red del narcotraficante Vilmar “Neneco” Acosta Marques, a quien con el aparato partidario llevó a ganar la intendencia de Ypejhú y a mantener un esquema de “padrinazgo” al más puro estilo de la mafia.

Una prueba de la protección que daba a los Acosta es que a ambos se atribuyen más de 24 asesinatos en los últimos tres años y en ninguno de ellos las investigaciones avanzaron. El “clan” seguía con sus actividades ilícitas hasta la semana anterior.

La Fiesta de los Productores, que concluye hoy en Curuguaty, anunciaba ayer la presencia del gobernador y de la diputada, pero estos no asistieron al evento al que fueron invitados.

Un grupo de ganaderos deslizó el rumor de que los políticos colorados prefirieron no ir al lugar para evitar tener que explicar por qué aparecen vinculados con el asesino de Pablo Medina, a quien los productores consideraban “un compañero de trabajo”.

Precisamente, la comisión directiva del Grupo Apadec SA emitió un comunicado en el que, entre otras cosas, repudia el doble homicidio y señala a Pablo como un “cabal periodista, fiel a sus principios, comprometido con su pueblo y con la patria”.

En el documento los productores exigen a las autoridades el esclarecimiento del caso y un castigo ejemplar para los autores morales y materiales, en clara alusión al “clan” Acosta Marques.

Luego de las severas críticas que acumularon la diputada Villalba y el gobernador Noria, por defender abiertamente a la facción de narcotraficantes dirigida por el intendente “Neneco” Acosta, ambas autoridades prácticamente ya no se dejan ver por la región.

“Neneco” es, según la Policía y la fiscalía, el mandante del homicidio de nuestro compañero. En tanto que Villalba y Noria eran sus principales “padrinos” políticos y quienes, según comentarios de pobladores de la zona, apañaban sus evidentes actividades ilícitas y supuestamente también sostenían su cerrado grupo político con las ganancias obtenidas por la red.

Los miembros de la Apadec se quejaron de la influencia de la narcopolítica en Canindeyú, que domina todos los estratos sociales.

Aunque la diputada y el gobernador intentaron negar la injerencia de la narcopolítica, la legisladora por ejemplo no supo explicar por qué nunca denunció a la organización internacional desbaratada hace dos años cerca de su casa de La Paloma, donde la Senad incautó un cargamento récord de 1.748 kilos de cocaína.

En tanto que el gobernador Noria Duarte, el más férreo defensor de la diputada, ahora podría ser investigado por enriquecimiento ilícito, ya que en un breve periodo experimentó un meteórico ascenso económico en Curuguaty, un feudo de los narcotraficantes más poderosos de la región.

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