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Sin embargo, el trato privilegiado que se autoasignan los legisladores en cuanto a salario y los cupos de combustible por cifras millonarias en cada estudio de presupuesto, se contrapone con la situación del trabajador que se encuentra en la pobreza y extrema pobreza.
La Administración de Hugo Velázquez, en ese entonces cartista, ya contrató en diciembre del año pasado a la Estación de Servicio Bahía SA para proveer combustible a la cámara en el 2018, por un total de G. 7.500 millones, lo que no obliga a que el monto sea reducido.
Año electoral
En pleno año electoral, la repartija en cupos de combustible de enero a junio para diputados y funcionarios ya llegó a la suma de G. 1.294.100.000, de los cuales G. 724.800.000 fueron para la presidencia del entonces cartista Velázquez (hoy precandidato a la vicepresidencia por la disidencia) y su entorno. El monto representa el 56% de la totalidad que se destinó en esos meses.
Los diputados y funcionarios alegan supuestas “misiones parlamentarias” en receso parlamentario, gestiones administrativas, incluso gestiones personales de los diputados.
La lista de beneficiarios desvela el manejo discrecional en el uso del combustible. El director de Procesamiento de Gastos, Víctor Garcete, mencionó que no existe una reglamentación sobre quiénes son los funcionarios autorizados a recibir cupos de combustible. Añadió que el aval del administrador y titular de Diputados era suficiente.
El actual titular de Diputados, Pedro Alliana (ANR), quiere efectivizar el cupo de combustible para el año que viene. Precisamente esa fue la estrategia de parlamentarios del anterior periodo para autoaumentarse sus salarios de G. 15 millones a 32 millones, porque seguían teniendo los cupos de combustible.