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En junio de 1994 efectivos militares tomaron por asalto el Parque Nacional Defensores del Chaco. La dotación estaba al mando del entonces Gral. Lino César Oviedo.
Un equipo de 25 soldados instaló retenes en los puntos de acceso al Cerro León y estableció un puesto de control en la entrada principal del parque nacional, en las inmediaciones de Agua Dulce.
Inmediatamente después ingresaron equipos viales del Comando de Ingeniería. Se montó un campamento al pie del Cerro León y comenzaron los preparativos para montar una cantera.
Al cabo de un par de semanas, camiones volquete comenzaron a llevar grandes trozos de piedra hasta Mcal. Estigarribia, sede del Tercer Cuerpo de Ejército.
A pesar del estricto régimen de vigilancia en torno a la cantera, periodistas de ABC Color lograron burlar a los centinelas e ingresar hasta la misma cantera militar.
Las publicaciones causaron indignación en la opinión pública, celosa de la preservación del parque Defensores del Chaco.
El presidente Juan Carlos Wasmosy envió al Gral. Lino César Oviedo a dar explicaciones ante los medios de prensa sobre el atropello al área protegida.
Fiel a su estilo, no tuvo mejor argumento que la mentira: “Estamos construyendo un estacionamiento para turistas, no una cantera”, fue toda su versión.
Sin pena ni gloria, pero con una carga vergonzosa sobre sus espaldas, al final los militares salieron del parque nacional del mismo modo en que habían entrado, a escondidas.
De nuevo en peligro
Mientras los militares estuvieron en el parque nacional un par de veces nos encontramos con el Gral. Oviedo en las picadas que rodean al parque.
En una de esas oportunidades preguntamos por qué la extracción irregular: “las piedras están aquí al pedo y se necesita progresar. No hay otras piedras en todo el Chaco”, fue su sincera explicación.
Este mismo argumento sigue vigente: hay proyectos viales en el Chaco y las piedras del Parque Nacional Defensores del Chaco están a disposición.
La administración Horacio Cartes tiene previsto realizar (hasta ahora en los papeles) millonarias inversiones en infraestructura vial, entre ellas la reconstrucción de la ruta Transchaco, así como el asfaltado Cruce Pioneros-Carmelo Peralta.
Nuevamente surge la tentación de convertir al Defensores del Chaco en una cantera; el parque nacional, protegido por convenios internacionales y las leyes nacionales, nuevamente se encuentra en peligro.
Se apela a justificativos económicos y a la falacia de que no tendrá ningún impacto negativo porque una “cantera pequeña” es suficiente para abastecer de piedra a las empresas viales.
El Parque Nacional Defensores del Chaco no puede, desde ningún punto de vista, convertirse en una cantera: es patrimonio nacional, es un área protegida que pertenece a cada uno de los ciudadanos que viven en esta tierra.
En procura de beneficiar a empresas de construcción vial se habla de la necesidad de ahorrar, a costa del Defensores del Chaco.
Una rosca de funcionarios corruptos en complicidad con empresas viales serán los verdaderamente beneficiados con la extracción de piedras del parque nacional.
El beneficio económico no será para el país y menos para la ciudadanía. Es una mentira más.
roque@abc.com.py