El Dr. Francia fue un gran humanista, soberano y demócrata

Aficionado a la historia, el Dr. Domingo Laíno desde 1973 viene investigando sobre el gobierno del Dr. Gaspar Rodríguez de Francia.

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Como otros historiadores que indagaron sobre Francia, rescata que fue el único héroe de la Independencia en América Latina de su época sin rango militar: un civil, gran intelectual, humanista, soberano y demócrata.Al político liberal Domingo Laíno le  entusiasma  hablar sobre el gobierno y la vida  del Dr. Gaspar Rodríguez de Francia. Tras una amplia investigación ha escrito el libro "El Conocimiento Como Arma", sobre Francia, publicado este año en adhesión a los festejos del Bicentenario de la Revolución por la Independencia nacional.  

Anuncia que en los próximos meses se presentará en Paraguay otro libro de autoría de  Pierluigi de Montserrat, estudioso de la historia sudamericana, titulado: "¿Amor desairado o conspiración? El abogado Francia y Petrona Zavala de Machaín".   

 Refiere Laíno que Gaspar Rodríguez de Francia era un civil, doctor en Sagrada Teología recibido a los 19 años de edad. "Es  increíble, de eso poco se sabe", dice al destacar que  el dato figura en el Archivo Nacional de la Universidad de Córdoba, donde estudió, y en el Colegio Monserrat, donde se inscribió para hacer sus primeros cursos antes de pasar a la Universidad Nacional de Córdoba.

"Los grandes hombres de su época en América todos fueron militares generales como el argentino Manuel Belgrano, también fue un gran abogado; Bartolomé Mitre fue general; el chileno Bernardo de O’Higgins;  Antonio José de Sucre, primer presidente de Bolivia con la Independencia; Simón Bolívar, general, al igual que  José de San Martín... Todos ganaron medallas en batallas victoriosas".   

Hablaba varios idiomas

El Dr. Francia hablaba un perfecto guaraní, tocaba muy bien la guitarra y también cantaba muy bien en guaraní y así se comunicaba con la gente del pueblo. También hablaba un portugués perfecto, escribía y leía por su ascendencia pues, su padre,  el comandante Graciano García Rodríguez de Francia, era portugués.

Además leía obras en inglés, sabía leer y escribir en francés y, aparte de eso, Francia dominaba el latín porque en aquella época todos los cursos en la Universidad de Córdoba se dictaban en  latín, hoy lengua muerta.

"Era un hombre de una cultura muy importante y el español desde luego que también hablaba muy bien, era un gran abogado. Ejerció la abogacía con dictámenes muy interesantes", destaca Laíno.

–¿Usted dijo que Francia fue un gran humanista? ¿Por qué?

–No solamente yo digo que Francia fue un gran humanista. Ya en  1811 hubo una conspiración protagonizada por las familias vinculadas al Partido Realista de los españoles que se oponían a  la  Revolución del 14 y 15 de mayo. Entonces, cuando el Dr. Francia se entera de que ya fueron pasados a la horca dos de los conspiradores, él dejó su quinta y fue inmediatamente para frenar el ahorcamiento de otros más que estaban en la lista y convenció a sus compañeros de la Junta Gubernativa que realmente era suficiente con esos dos ejemplos. Logró evitar que se siguiera colgando a otros conspiradores.

Es una demostración que desde el principio el Dr. Francia ha sido un hombre humanista, un hombre que siempre trató de evitar toda violencia posible. No sé si por su condición de gran intelectual o por su vocación civil porque era realmente el único héroe civil de la época.

–Pero también ejecutó a varias personas. ¿Cómo se entiende?

–En 26 años de gobierno, de 1814 a 1840, todos, inclusive sus más fuertes detractores, admiten que no fusiló a más de 40 personas, entre políticos y civiles: prisioneros políticos  y los delincuentes comunes que también robaban o mataban y tenían la pena capital. Frente a esto, el general Juan Manuel de   Rosas, en la Argentina, en un día mataba como a 200 personas. Esto  quiere decir que Francia realmente fue hombre diferente.

–Usted mencionó también una estrategia militar de defensa  del Dr. Francia.

–Fue una estrategia, hizo correr la voz de que tenía un ejército de 4.000 o 5.000 hombres y, sin embargo, nunca pasó de 1.000, 1.500 ó 2.000 soldados.  Además, sus soldados y oficiales eran de extracción popular. Naturalmente Francia expulsó de las Fuerzas Armadas a todos aquellos militares, coroneles, generales que  se formaron en otra escuela y no dentro de la escuela de la soberanía y de la Independencia que él implementó.

Aspecto social y popular

–¿Qué  dice del aspecto social y popular de su gobierno?

–En el tema social Francia era un hombre extraordinario, según los documentos. Creó instituciones como la Defensoría del Pueblo, donde evidentemente eran los menos acomodados económicamente quienes podían ir a esa institución para defenderse. Creó el Defensor del Pobre, Defensor del Indio, Defensor de Esclavos, los esclavos que tenían algún reclamo tenían una institución en donde reclamar cuando sus amos abusaban. En fin, instituciones extraordinarias para la época. Fue uno de los primeros gobernantes americanos que  había implementado el uso del derecho al asilo, pero nunca asiló a ciudadanos sospechados de cometer irregularidades, malversación de fondos o por corrupciones en su país. Francia fue un ejemplo para los demás pueblos otorgando asilo al general José Gervasio Artigas,  líder de la revolución y de la Independencia uruguaya.

También  le otorgaba asilo a aquellos que venían a buscar seguridad y paz en Paraguay, a los correntinos, inclusive brasileños, esclavos que venían de todas partes y cuyos amos no podían reclamar que se los devuelvan porque ya estaban protegidos por Francia. Hizo un gobierno realmente popular, un gobierno  que tenía muy en cuenta a la clase trabajadora. Siempre acompañó al trabajador y evidentemente su política afectó mucho a los intereses de aquellos que estaban muy cerca del poder colonial y que perdieron con la Independencia ese estatus que tenían antes.

–¿Pero por qué Francia es un personaje tan  criticado o polémico en varios aspectos?

–Creo que a Francia se lo critica porque afectó intereses muy importantes, sobre todo aquellos que estaban ligados al comercio de la yerba mate de exportación. Evidentemente la política independiente, la política soberana del Dr. Francia, hacía que los porteños le cerrasen el río que era antes la única vía de comercialización de ida y vuelta.

Esa gente que apostaba a la dependencia colonial o a la dependencia de la submetrópolis que era Buenos Aires  se levantaba contra él porque  era contrario a entregar un ápice de soberanía o de autodeterminación. Buenos Aires, después de la Independencia, trató por todos los medios hacer del Paraguay una provincia dependiente.

Belgrano en 1810 llegó con su batallón y Paraguay se defendió y se fue corriendo porque él quiso que Paraguay se avenga a los designios de Buenos Aires y sabemos muy bien el resultado de las batallas de Tacuary, Cerro Porteño, esas batallas tan memorables del pasado.

Francia trajo el manifiesto en guaraní tratando de persuadir al pueblo paraguayo en su idioma nativo para que no se  amoldara a los designios de Buenos Aires. Sin embargo, el pueblo paraguayo ya tenía una conciencia naturalmente nacional y estaba preparando el país para luchar por su independencia y por su soberanía. Francia fue el tejedor de la estrategia para que Paraguay fuera soberano e independiente a partir de su gobierno.

–¿Es cierto que no había hambre ni mendigos en esa época?

–Eso lo dicen todos los observadores, inclusive sus detractores, de que el gobierno de Francia impulsó un sistema social igualitario, no había hambrientos, no había mendigos, no había analfabetos, todos sabían leer, escribir y contar. Así que  el gobierno de Francia fue un gobierno realmente interesante, un gobierno ejemplar e hizo lo que ningún país en América pudo lograr.

No solamente logró la independencia cambiando a los gobernantes españoles por  nativos paraguayos,  sino que cambió el modelo de la estructura social, económica y política. Ese fue el gran cambio. Rompió ese mecanismo económico de dependencia colonial que naturalmente estuvo presente en Paraguay hasta 1811.

Con Francia tampoco  había clase privilegiada y, aunque muchos le acusan de haber tenido policías "pyrague",  como en la época de Stroessner, en el presupuesto de su época no figura que se le haya pagado a alguien por haber dado información al Gobierno. No había "espías", eran colaboradores del gobierno democrático, que al ver la conspiración transmitían a las autoridades, porque Francia enseñó al pueblo que la independencia y soberanía se lograban solamente con un modelo que él elaboró y convenció al pueblo de eso.

Leyenda negra

–Si era tan querido por la gente, ¿por qué la leyenda negra que se teje sobre él? 

–El pueblo le quería,  cuando murió el 20 de setiembre de 1840  las mujeres se estiraban del cabello, lloraban, salían a las calles a gritar de dolor. Y la leyenda negra tal vez se explique porque él tuvo que soportar varias conspiraciones, entre ellas la más peligrosa de 1820 en la que se lo tenía que asesinar. Como consecuencia,  fue allí cuando se le fusiló a Fulgencio Yegros y Pedro Juan Caballero se suicidó antes, acusados de conspiradores. Allí comenzó esa leyenda negra.

Francia hizo una gran reforma agraria: repartió tierras al campesinado y diversificó la economía. Aparte del cultivo de la yerba y tabaco, hizo que se plantasen otros cultivos de consumo doméstico. Mandaba comida a los pobres.

"Nunca optó  por el libre comercio, siempre controló estrictamente el comercio internacional. Decía  que el comercio debía servir primero a los paraguayos, a los intereses del país y después a los intereses de los extranjeros".

"Eliminó la pobreza: el pueblo comía bien. Inclusive, mandaba provisiones a los departamentos más deprimidos como Concepción. Los esclavos eran tratados como personas humanas y se les pagaba un jornal igual que al blanco".
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