Escuchemos a los chicos y vamos a escuchar a Francisco

Scholas es una experiencia de integración entre adolescentes de 15 y 16 años de escuelas de todos los estratos que promueve el papa Francisco, implementado aquí en Bañado Norte, barrio que visitará el domingo. José María del Corral, su promotor, afirma en esta entrevista que el Pontífice no viene solo para rezar y sacarse fotos sino para dejar su contribución a la sociedad.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/7OYHVDMD65EW3EIEFIGJNCXNRQ.jpg

Cargando...

–¿Qué significa Scholas?

–Viene del latín “Scholas Ocurrentes”. Significa “Escuelas para el Encuentro”. Nació cuando el papa Francisco era todavía Jorge Bergoglio, un simple obispo de su diócesis en Buenos Aires. Había una fuerte crisis política y social en la Argentina...

–¿En qué tiempo?

–Del 97, 98, hasta el 2000, 2001 cuando la gente gritaba en la calle “que se vayan todos”.

–Cuando echaron al presidente (Fernando) De la Rúa...

–... Había saqueos. Se rompían vidrieras. Había un descrédito general, falta de confianza, una crisis en la que los jóvenes se mostraban indiferentes. Los encontrábamos borrachos, drogados, confundidos. No les interesaba nada. Con esa mirada que la gente en el mundo está comenzando a conocer fue que él me convocó. Me conocía como educador, como docente, exseminarista... Gráficamente me pidió que trabaje “de la puerta para afuera”. Me dijo que junte chicos de distintas escuelas, no solo católicas, para preguntarles cómo estaban viviendo la crisis, qué proyectos tenían, qué salida le veían a todo lo que estaba pasando.

–¿En qué consistía el proyecto?

–La cuestión era trabajar desde la óptica de los propios chicos. Lo primero que hice fue ir a la comunidad judía, a la AMIA, y pedí un grupo de adolescentes. Juntamos otro grupo de chicos islámicos del Centro Islámico de la República Argentina, otro grupo de chicos del Consejo de Educación Cristiano Evangélico y uno de la diócesis. Fue la primera experiencia. Un chico musulmán estaba trabajando mano a mano con uno judío y otro cristiano. El resultado fue que después de seis meses de encuentros continuos, los chicos quisieron ya no solo mostrar la experiencia a sus compañeros. Fueron y llevaron sus trabajos al Congreso. De ahí nació en Diputados la primera ley de educación hecha por los chicos (la ley 2169) aprobada por unanimidad.

–¿Cómo es concretamente Scholas?

–A través de la metodología de investigación-acción terminan haciendo diagnósticos de cómo están viviendo sus propios problemas y luego tratan de resolverlos en ese encuentro. Teniendo en cuenta la riqueza de la variedad, de sus diferencias, en vez de que las diferencias los asusten, se unen para encontrar una salida. El 13 de agosto de 2013 ya siendo Papa me llama y me dice: “La crisis que nosotros vivimos en nuestro país, en nuestros países de la región, es la crisis del mundo. Esto mismo se puede llevar al mundo entero”. Y ahí se lanza al mundo Scholas Ocurrentes, o Escuelas para el Encuentro. Francisco entregó el símbolo de Scholas, el olivo, o su determinación de propagar la experiencia en el mundo, a los jugadores de Italia y Argentina (Gianluca) Buffon y (Lionel) Messi...

–En ese partido amistoso que jugaron en Roma en el 2013.

–Él dice que los docentes de los chicos son los que generan ese liderazgo que tienen los futbolistas, los artistas y por eso, fíjese, Scholas reúne deporte, arte y tecnología. Hay diarios que hablan de la “Revolución Educativa Papa Francisco”. La idea del Papa es que el mundo no va a cambiar si no cambia la educación. Para cambiar la educación hay que ir de abajo para arriba. Por eso Scholas, en cada lugar que llega, junta chicos de distintas creencias, sean de establecimientos públicos o privados, laicos, confesionales en un barrio y, a partir de ahí enseña a los chicos que la solución de los problemas se produce cuando ellos se juntan y se organizan. Esto es lo que estamos viviendo en Bañado Norte, hoy por hoy con 257 chicos de siete escuelas secundarias.

–¿Él está enterado?

–Llamó por teléfono...

–¿Usted habló con él?

–Sí, claro. El Papa está al tanto de todo. Es más, cuando vaya a Bañado Norte va a recibir la propuesta de los chicos. El Papa dice: “Además de rezar, hay que trabajar, además de rezar, hay que educar”. Esto empezó hace dos semanas. Por ejemplo, salen a la calle, investigan, hacen encuestas, toman muestras, verifican. No se quedan con lo que dicen los libros. Hacen cosas desde su perspectiva, no de un modelo de hace 40 años.

–¿Va dirigido a adolescentes de qué edades?

–De 15 a 16 años. La Reina de España acaba de entregarnos un premio para el Papa.

–¿Qué premio?

–El premio Moviliza de Unicef, por haber movilizado a adolescentes en el mundo entero.

–¿Qué temas enfocan los de Bañado Norte?

–Ellos eligieron dos temas: el embarazo adolescente y la violencia entre pandillas de barrios.

–Los más álgidos...

–Es la problemática de ellos. Con la ayuda de la ministra de Educación y los directores de siete escuelas juntamos a los 257 chicos. El encuentro fue en el Consejo Nacional de Deportes. Como nunca habían trabajado juntos se creó el necesario clima para que en confianza puedan transmitir sus problemas de verdad. Salieron 70 problemas, de los cuales eligieron dos: el embarazo precoz y la violencia juvenil. Son los problemas que preocupan a los chicos de Paraguay, en este caso en el Bañado Norte. Entonces van y buscan datos en la calle, hablan con especialistas de educación sexual, van a los centros de salud, a los hospitales. van y hablan con los funcionarios de salud, con los de educación. Leen las leyes, hacen encuestas... De esto es lo que habla el papa Francisco para cambiar el mundo, no de reformas educativas que no cambian nada...

–¿Qué pasa después?

–Eso se va a replicar y multiplicar en todos lados. Los propios chicos van a colaborar para replicarlo en otros barrios, en otros pueblos y ciudades. La idea es justamente cambiar el sistema educativo a partir de la propia experiencia de ellos. Acá hemos encontrado una excelente repercusión y disponibilidad de las autoridades para mejorar la calidad educativa desde esta perspectiva.

–¿Cuánto se gasta?

–Para los chicos es gratis. Nosotros no cobramos nada. Esto lo hace el Gobierno con la ayuda del BID. En la medida que la sociedad se haga cargo de la educación, cada uno en su ámbito, la participación de todos va a potenciar la formación de los chicos. Al dejar la educación solo en manos de docentes somos muy injustos, porque educa el médico, el político, la familia. Son los hechos, la experiencia que se transmite...

–¿En cuántos países está Scholas?

–En 71 países de los cinco continentes. El primer país latinoamericano que ha tomado esto como política de Estado es Paraguay. El papa Francisco habla de hacer un pacto educativo. El no viene solamente para rezar y sacarse fotos con la gente. El quiere dejar también una contribución para mejorar la sociedad, y para él, si no cambia la educación es mentira que el mundo vaya a cambiar. Y el mundo está explotando. Es cuestión de leer lo que pasa alrededor. Cuántos chicos están muriendo cada día víctimas de bombas, de guerras, de violencia. ¿Qué hacemos nosotros mientras tanto?

–¿Qué les cambia a los adolescentes esta experiencia?

–Lo primero y lo más importante: se vencen los prejuicios que hay entre los chicos de escuelas vecinas, o porque es pública o es privada. Se dan cuenta que los prejuicios que tenían eran prejuicios falsos. Lo que los chicos no quieren hacer en realidad es estudiar de memoria. El mejor resultado que tenemos es que hay 257 chicos de Bañado Norte que pueden comentar esta experiencia.

–¿Por qué esas edades, 15 y 16 años?

–¿Usted no escucha a los adolescentes de estas edades cuando dicen: “nadie nos quiere”? Los padres se quejan, los maestros se quejan, los adultos en general se quejan. Bueno, nosotros les demostramos que sí los queremos y que tenemos esperanza en ellos...

–¿Francisco quiere una revolución?

–Algunos ciertamente hablan de “revolución del papa Francisco”. Para nosotros es educación. Lo otro es entretenimiento, es guardería. Lo otro es que papá deja a los chicos en la escuela para entretenerlos, para que no molesten, y los retiran a los 18 años.

–¿Hay una prueba de que se reduce la violencia con esta metodología?

–¿Sabe dónde estuve? Viví entre las maras (las pandillas juveniles de El Salvador). Hicimos la experiencia. Fue bastante fuerte. El Papa terminó hablando con los chicos de una mara en una videoconferencia. Estamos integrando cinco mil chicos de las maras a las universidades, Hay que tener un poco de coraje para estar ahí...

–¿Cuál es su opinión de esta violencia juvenil?

–La violencia no nace de los chicos. La sociedad en la que viven es violenta, la cultura. El chico aprende lo que ve de sus mayores. Si lo ve fumando, aprende a fumar; si lo ve tomando, aprende a tomar; si lo ve agrediendo, va a agredir. La pobreza es un problema educativo, la injusticia también y la corrupción. Escuchemos lo que piensan los chicos de Paraguay y vamos a escuchar lo que quiere el Papa.

–¿Por qué eligió ir a Bañado Norte?

–El quiso ir ahí. Le mostraron varios lugares y él dijo: “Yo quiero ir ahí”. Fue una decisión de él. Le dijeron: “Pero se inunda”, y dijo: “no importa, trataremos de que no se inunde”

–Le gusta ir a lugares difíciles...

–En Italia fue a uno de los lugares más difíciles, allí donde los inmigrantes llegaban para tratar de salvarse de morir...

–En la isla de Lampedusa (Sicilia donde desembarcan habitualmente los migrantes ilegales africanos)...

–Fue allí a decir al mundo que estamos anestesiados ante el dolor de los demás. Fue a decir que de la sociedad se apoderó “la globalización de la indiferencia”. El Papa va a las cárceles... Esos son los lugares a los que más quiere ir, a esos lugares que él mismo llama “las periferias”. Siempre habló de que hay que entender el mundo desde las periferias. Por eso es que nos alegramos cuando el gobierno nos ofreció empezar esta experiencia de Scholas en Bañado Norte. Me pareció una muy buena idea y por eso lo hicimos así.

holazar@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...