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El fiscal de Curuguaty Néstor Cañete tomó la audiencia testimonial en Asunción, en sede de la Unidad Especializada de Antisecuestro del Ministerio Público. El procesado se encuentra recluido en la Agrupación Especializada.
El agente explicó que convocó a Cabrera López en la causa del asesinato del exintendente de Ypejhú, Julián Núñez Benítez, porque hasta ahora solo había relatado los hechos en el proceso por los asesinatos de Pablo Medina y su asistente Antonia Almada.
“El mismo se ratificó en lo que había dicho respecto a que había escuchado que su jefe, Vilmar Acosta, iba a traer a su hermano Wilson Acosta y al hijo de este, Gustavo Acosta Gadea, alias ‘Chiqui’, para ‘eliminar’ a sus rivales políticos”, explicó Cañete.
Asimismo, indicó que el testigo aseveró que “toda la ciudad de Ypejhú sabía que ese asesinato fue cometido por Wilson y su hijo”.
El agente fiscal también manifestó que en carácter de testigo, Arnaldo Cabrera López, está obligado a decir la verdad en sede fiscal, aunque reconoció que algunas personas cambian de versión o dicen ‘no recordar nada’ ante un tribunal de sentencia, durante el juicio oral y público para condenar a los responsables.
Julián Núñez Benítez era uno de los rivales políticos de “Neneco”, por lo cual fue eliminado con una escopeta calibre 12 mm y una pistola calibre 9 mm.
El asesinato por encargo fue materializado el 1 de agosto del 2014, en la vía pública del barrio Virgen de Fátima de la ciudad de Ypejhú. De acuerdo a la pesquisa abierta, para el atentado del exjefe comunal se utilizaron dos motocicletas.
En la primera se encontraban Wilson Acosta y Cristino Velázquez (pariente político de Acosta), mientras que en la segunda, Vidal Junior Acosta (hermano del intendente) y Gustavo Acosta Gadea. No fue sino hasta el asesinato del corresponsal de ABC Color, Pablo Medina, que empezaron a salir a luz más datos sobre aquel atentado fatal.
Además, la muerte del periodista también desnudó la narcopolítica campante en el departamento de Canindeyú bajo protección de parlamentarios, y la comisión de varios asesinatos por encargo del “clan Acosta”, ligado al tráfico de marihuana, la principal actividad de “Neneco”.
Tres siguen prófugos
Por el asesinato de Pablo Medina y su asistente Antonia Almada también están imputados por homicidio doloso el exintendente de Ypejhú Vilmar “Neneco” Acosta Marques, su hermano Wilson Acosta Marques y su sobrino Gustavo Acosta Gadea, todos prófugos de la justicia.
El 16 de octubre del año pasado, la mafia del narcotráfico asesinó al periodista de ABC en una emboscada en un camino rural del distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Curuguaty, donde nuestro compañero era corresponsal hace 16 años. Sus muchas denuncias sobre el tráfico de marihuana y la narcopolítica en la zona le costaron la vida.