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En su escrito, la agente del Ministerio Público había señalado que los bienes que poseía Fernández Lippmann no se correspondían con sus ingresos de funcionario del Jurado, por lo que fue imputado y se pidió su prisión.
El exsecretario del JEM fue a la cárcel por unos días, hasta que pidió ser beneficiado con medidas alternativas y fue beneficiado con el arresto domiciliario.
La fiscala Acuña se allanó al pedido y actualmente Fernández Lippmann está en su casa, pese a que está imputado por enriquecimiento ilícito, que es un crimen y cuya expectativa de pena es de 10 años de cárcel. La ley no permite que las personas procesadas por este tipo de hechos sean beneficiadas con medidas.
En su momento se mencionó que Fernández Lippmann iba a ayudar a esclarecer el caso de los audios y la fiscalía lo iba a incluir como testigo, por esa razón es que le estaban favoreciendo en este proceso y le daban arresto. Esa ayuda nunca se dio y el abogado Alvaro Arias, en representación de Fernández, negó que tal acuerdo exista.