Hereda una capital olvidada

El intendente electo de Asunción, Mario Ferreiro, heredará una capital olvidada y que es víctima de un desorden que tiene como máximo responsable a los intendentes anteriores, especialmente al exjefe comunal Arnaldo Samaniego.

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El tránsito vehicular es una deuda pendiente del gobierno municipal. El crecimiento del parque automotor fue utilizado como excusa para justificar el pésimo estado de las calles y el desorden en el tráfico por la débil intervención de la Policía Municipal de Tránsito (PMT).

En estos últimos meses, la administración Samaniego se encargó de asfaltar varias calles de la ciudad, con una velocidad inusual que no concuerda con la lentitud que caracterizó a estos trabajos durante los cuatro años anteriores. Sin embargo, estos trabajos se llevaron a cabo sin tener en cuenta que las arterias deben tener desagüe pluvial.

Los “bacheos” masivos fueron un parche para calmar los ánimos de los ciudadanos afectados por los grandes agujeros que representaban un dolor de cabeza y, en varias ocasiones, una gran inversión en taller.

Miles de familias que viven en el denominado “cinturón de pobreza de la ciudad” debieron migrar hacia el microcentro capitalino debido al avance de las aguas, en el 2014 y este año.

En lugar de ofrecer una solución al gran problema social que representa el avance de los damnificados, la Municipalidad optó por entregar registros de ocupación para que estas familias puedan permanecer en el lugar que están ocupando, en viviendas hechas a base de terciadas y techo de zinc que distan mucho de ser una vivienda digna.

Todas estos problemas son la herencia de Ferreiro.

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