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En el cartismo se destaca que por primera vez en la historia del país una mujer se hace cargo de la Presidencia, aunque sea por unos pocos días (será hasta el miércoles), pero lo que no mencionan es que el encumbramiento de Pucheta se da en medio del repudiado de la oposición y de sectores ciudadanos críticos.
Pucheta fue designada vicepresidente de la República por una mayoría cartista en el Congreso el 8 de mayo pasado para reemplazar a Cartes en el Ejecutivo, una vez que este renuncie a ese cargo e intente jurar como senador activo.
El nombramiento de Pucheta se da luego de que ella firmara en su momento, con otros magistrados, la resolución de la Corte Suprema de Justicia por la que se habilitó la candidatura ilegal de Cartes al Senado.
Pucheta fue calificada como violadora de la Constitución por esa resolución y de formar parte de una componenda de mutuo beneficio con el Jefe de Estado.
El artículo 189 de la Constitución dispone que “los expresidentes de la República, electos democráticamente, serán senadores vitalicios de la Nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio político y hallados culpables. No integrarán el quórum. Tendrán voz pero no voto”.