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Hasta el momento continúan las negociaciones para definir la mesa directiva del Senado, que irá del 1 de julio de este año hasta el 30 de junio del 2018.
Los dos sectores que están en pugna en el partido oficialista quieren asegurarse la presidencia del Senado para operar políticamente en lo que será el último tramo del gobierno de Horacio Cartes. Sin embargo, ninguno tiene mayoría propia y necesita asegurar votos de otras bancadas.
El cartismo busca obtener la presidencia a través de un candidato no colorado pero absolutamente leal al oficialismo, como lo es el senador Jorge Oviedo Matto, presidente de Unace. De resultar elegido, el Ejecutivo tiene asegurada la gobernabilidad prácticamente hasta el término de su mandato.
Por su parte, el candidato del sector disidente colorado que lidera Mario Abdo Benítez, es el senador Óscar “Cachito” Salomón, que opera personalmente para tener la mayoría de 23 votos que precisa.
Los cinco votos que tiene el Frente Guasu (FG) son claves para inclinar la balanza para uno u otro sector. Estos también reivindican la presidencia del Senado en el último periodo, según aclararon sus integrantes. El candidato de FG no es otro que el expresidente y actual senador Fernando Lugo
Este sector igualmente plantea instalar una agenda legislativa a ser tratada, que incluye los proyectos de impuesto a la exportación de soja en estado natural, el aumento del impuesto al tabaco y el proyecto contra toda forma de discriminación, entre otros.
También el sector disidente del PLRA, el denominado “llanismo”, plantea la candidatura de Blas Llano para presidir la Cámara Alta.
Según trascendió, la postura de los cartistas es más abierta en cuanto a la posibilidad de discutir posibles candidaturas.
En tanto, los disidentes colorados estarían dispuestos a hacer concesiones, pero aclararon que no votarán como presidente del Senado a alguien que no sea colorado, teniendo en cuenta que ya se ingresó a la etapa proselitista y que una actitud de ese tipo podría tener consecuencias negativas en la interna.
Tanto el oficialismo como la disidencia del Partido Colorado buscan potenciar sus candidaturas para el 2018 con el manejo del escenario legislativo en lo que queda del mandato actual.
El FG se presenta como el sector que puede dar gobernabilidad, ya que sus listas de candidatos serán de consenso y no tendrán elección interna como los demás sectores, con lo cual se descarta la utilización partidaria del cargo. Sin embargo, el hecho de que el que sea presidente del Senado quedará en la línea de sucesión presidencial hace dudar a algunos oficialistas.
Lo que dice el reglamento
Según establece el artículo 11 del reglamento interno de la Cámara de Senadores, la elección de la mesa directiva de esa institución cada año se realizará en sesión preparatoria, entre el 15 y 31 de junio, y se definirá por mayoría absoluta de votos. En caso de no resultar mayoría absoluta en las votaciones, se sufragará por los candidatos que hayan obtenido la primera y la segunda mayoría. Si hubiese empate se procederá a nueva votación, y si el empate se repitiese, decidirá el Presidente del Senado.