Miles de concepcioneros movilizados gritan “¡fuera EPP!” y rezan por Arlan

Miles de concepcioneros salieron ayer a las calles y marcharon en reclamo de la liberación de Arlan Fick Bremm (16), secuestrado hace 23 días en la colonia Paso Tuyá por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). En una misa, rechazaron la violencia y pidieron a las fuerzas de seguridad que desbaraten la gavilla. Otras movilizaciones por la misma causa se hicieron en la zona Norte del país y en la Catedral Metropolitana.

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CONCEPCIÓN (Arnaldo Cardozo, Fernando Romero y Aníbal Céspedes, enviados especiales; Aldo Rojas, corresponsal). La marcha, organizada por la misma Gobernación del departamento de Concepción y la Diócesis de Concepción, se inició alrededor de las 15:30 sobre la avenida Agustín Fernando de Pinedo, frente al monumento a María Auxiliadora.

Dos de las tres hermanas de Arlan Fick Bremm, Solange y Rosinei, encabezaron la movilización, junto con el gobernador Luis Urbieta (ANR), quien incluso declaró asueto en la zona desde el mediodía.

La iniciativa fue acompañada por representantes de distintas organizaciones ciudadanas, estudiantes y trabajadores públicos y privados, quienes dejaron sus oficinas y se unieron a la caravana, que al llegar a la Catedral local ya era verdaderamente multitudinaria. Se calcula que en este punto hubo unas 5.000 personas.

“¡Fuera EPP!”

Los manifestantes portaban banderas blancas y paraguayas, así como remeras, pancartas y calcomanías con la inscripción “Liberen a Arlan”. En medio de la entonación de músicas como “Patria Querida”, también hubo cientos de personas que gritaban fervientemente: “¡Queremos paz en Concepción!” y “¡Fuera EPP!”.

De este modo, los concepcioneros dejaron bien en claro que rechazan la acción de la banda y que desean que la gavilla sea exterminada.

La misa que cerró la movilización fue celebrada en la Catedral por monseñor Óscar Páez Garcete, obispo emérito de Alto Paraná.

El religioso, en su homilía, cuestionó al EPP y dijo que el problema social y económico no se puede resolver con levantamientos armados.

Pero, a la vez, reclamó a las autoridades una mayor presencia en las zonas de influencia de la banda.

Rosinei Fick Bremm agradeció en público el apoyo de la gente y pidió más oraciones por su hermano Arlan, hasta que se quebró y no pudo continuar con su intervención.

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