Monseñor Medina denunció la compra de “conciencia”

El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Mario Melanio Medina, denunció la compra de conciencias en las elecciones internas del domingo pasado. “Cuanto más pobre, más barato”, sentenció el obispo, quien instó a combatir la corrupción y la desigualdad tanto en forma personal como en la comunidad.

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SAN IGNACIO, Dpto. de Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El obispo de Misiones y Ñeembucú, que calificó de “círculo vicioso” el alquiler de cédulas de identidad que según la denuncia se generalizó en las internas para las municipales, presidió la misa en honor a San Ignacio de Loyola, protector de esta ciudad y patrono de los jesuitas.

La celebración tuvo lugar al costado del templo parroquial de San Ignacio. Asistieron sacerdotes jesuitas y diocesanos y el provincial de los jesuitas en el Paraguay, padre Alberto Luna (SJ).

Durante la ceremonia religiosa monseñor Medina ordenó diácono al seminarista jesuita Milciades González. El obispo hizo un llamado para tener capacidad de escucha y a no perder sensibilidad, la pérdida de sentido del humanismo, la solidaridad y la caridad.

Añadió que los fieles del Paraguay fueron bendecidos por el papa Francisco. “Estamos todavía con el fervor, ese aire, muy saludable y fortificante, después de la visita del Papa”.

Subrayó que la comunidad de San Ignacio se consagró con el altar de maíz y otros productos agrícolas, cuya imagen recorrió el mundo.

Autoridad moral

A los sacerdotes y laicos pidió dar testimonio de vida para tener autoridad moral. Aclaró que esta no es autoridad de poder político ni de gobierno. Según el obispo, no tiene autoridad moral el que gana las elecciones con plata. “Estamos en un círculo vicioso. Oñemo mboriahu lo mitãme (se promueve la pobreza de la gente) para que (la compra del voto) sea más barato”, dijo.

Mencionó que los precios de las cédulas varían desde G. 50.000, 100.000 hasta 500.000. Instó a los cristianos a tener identidad de persona humana con dignidad para salir del círculo vicioso. “No podemos vender la conciencia, no podemos vender nuestra persona”, puntualizó el obispo.

Pidió a los consagrados y demás bautizados asumir el compromiso de evangelizar y también combatir la corrupción, a salir de la comodidad y superar la indiferencia. “La corrupción hay en todas partes, incluso en la calle”, dijo.

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