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Indicó que le aclararon a Cartes que “por una cuestión de afinidad y de amistad” se sentían más cómodos trabajando en forma separada a la bancada que lidera Cristina Villalba. Consultado si se podía decir que había ahora dos bancadas, Harms señaló que no, pero que eran “un grupo aparte dentro de la bancada”.
Preferían tener “línea directa” con el Presidente a través del líder Zacarías Irún o a través de un diputado del sector, sin responder a la actual líder de bancada.
Insistido si no era de hecho una ruptura en la bancada, dijo que más allá de eso, pretendían ser constructores de una gestión exitosa. El legislador aseguró que el presidente Cartes aceptó esta situación y que inclusive la consideró positiva por el hecho que, en definitiva, lo que necesita son legisladores comprometidos con su gestión, que ellos le aseguran.
Respecto a que el Ejecutivo deberá negociar con cada una de las bancadas coloradas los proyectos que remita a la Cámara de Diputados, Harms dijo que eso justamente creó inconvenientes, ya que no recibían de una manera clara la línea de pensamiento del Presidente. Señaló que en varios casos, algunos proyectos se discutían y debatían en bancada y luego, minutos antes de la sesión o en plena sesión, les hacían llegar supuestos mandatos de Cartes, que no eran tales. Agregó que para evitar ese tipo de inconvenientes, desde ahora iban a trabajar de otra manera.