OEA, “sopa de cebolla fría”

Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Venezuela y Nicaragua fueron los principales detractores del informe, al que consideraron “tibio” al tratar el “problema del Paraguay” y solicitaron la suspensión de nuestro país en la OEA, tal como lo hicieron los países de Mercosur y Unasur. Los mismos se ratificaron en que en Paraguay hubo un “golpe de Estado parlamentario”.

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El representante venezolano, Roy Chaderton, fue nuevamente el más fuerte en sus expresiones. Comparó el interés de varios países en un golpe de Estado en Rumania, donde se destituyó -según él- un gobierno de izquierda, con el presunto desinterés de los países en que se usó “una visión teleológica”, en un país donde “ya se vislumbra el interés de una potencia del norte en instalar bases militares”. “Esto no llama la atención de esta institución, que es la OEA, siempre tibia, siempre fría, parece una sopa de cebolla fría sin la costra de queso derretido”, dijo Chaderton, quien criticó la falta de inclusión de representantes de gobiernos de izquierda en la misión. Esta alusión fue rechazada por Insulza, quien señaló que invitó a dos países -que no identificó- a venir al Paraguay. Estos no respondieron a la invitación, sostuvo.

El representante nicaragüense, Denis Moncada, sostuvo a su vez que Paraguay tiene curiosamente dos presidentes, pero solo uno es reconocido por su gobierno, Fernando Lugo.

A su turno, Brasil también se ratificó en la decisión del gobierno de Rousseff en Mercosur y criticó el rol de la OEA. Sin embargo, solicitó más tiempo para estudiar el reporte elevado a consideración de los países miembros especialmente -según dijo-, porque Brasil no puede dejar que se considere la ruptura del orden democrático como “algo trivial”.

Argentina y Perú, por su parte, solicitaron elevar la situación a consideración del consejo de cancilleres.

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